Max:
Aquél Torosaurus apareció de la nada.
(Imágen de un Torosaurus prehistorico).
¿Cómo supe su raza? Fácil.
Los ceratopsidos —eso significa: Triceratops como yo o los Torosaurus como él—, nos caracterizamos por poseer una gran placa huesuda en la parte posterior de nuestros cráneos, llamada gola —en mi opinión esa cosa parece una corona—. La placa huesuda de los Torosaurus es la más grande de todos los ceratopsidos —la mía se quedaba pendeja—. Luego pude distinguir el pequeño cuerno vertical sobre su pico, y sobre cada ojo tenía un gran cuerno apuntando hacia delante. Los cuernos nos proporcionaban gran protección contra nuestros oponentes.
Lo de los cuernos me demostró que era hombre, ya que, las mujeres tienen los cuernos más separados y curvados.
Eso es lo más característico de nosotros los ceratopsidos, porque del resto de nuestros cuerpos, lo único que se destaca es nuestra cola. A veces pareciera que se me olvida que la tengo porque siempre me la paso arrastrandola por el piso. Es que me da flojera.
En fin, continúo. El Torosaurus traía un uniforme negro y en la zona del pecho, traía un símbolo el cual parecía el de un eclipse. Eso me dio a entender que era de la hermandad de las sombras y que aquellos Air-saurios lo eran también.
Estaban buscando la llave solar, tenía que volver al palacio lo más rápido posible y ayudar a Trex, pero ese Torosaurus no me dejaría escapar, entonces antes de que él reaccionara, invoqué rápidamente un rayo desde el cielo.
—¡Fulgur! —vociferé.
El rayo impactó de una manera bestial sobre el Torosaurus. Pensé que con ese ataque lo había dejado inconsciente; pero como dijo la Delta Oriana. Estos guerreros fueron entrenados desde pequeños para ser máquinas de matar. El Torosaurus se levantó como si nada hubiera pasado, como si mi ataque solamente le hubiera hecho cosquillas.
Antes de que pudiera pestañear, tres rayos aparecieron desde el cielo, dirigiéndose a mí con la velocidad de un grupo de Velociraptores.
Gracias al universo, pude esquivarlos milagrosamente.
Mi pecho subía y bajaba con desesperación, si no hubiera esquivado el ataque ya me hubiera matado; estaba muy débil para recibir un ataque así.
El Torosaurus exhaló con tanta frustración, que hasta le salió humo por sus fosas nasales e incluso comenzó a golpear su cola contra el piso de lo enojado que estaba.
Comenzó a correr directo hacia mí, con todas las intenciones de matarme, embistiendome con sus cuernos.
Me levanté lo más rápido que pude y comencé a huir de él tratando de llegar al templo; pero durante mi carrera, el Torosaurus iba disparándome rayos a través de sus cuernos. Los esquivé lo mejor que pude, pero por cada rayo que esquivaba, se derrumbaban árboles y rocas, haciendo que un montón de escombros me dificultaran el paso.
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Planeta Mesozoico: Período Triásico ©
Fantasy¿Nunca te has imaginado cómo sería un mundo gobernado por dinosaurios? Uno en el que el asteroide no los hubiera extinguido, sino que los hubiera hecho evolucionar, otorgándoles poderes elementales. Un mundo cuya sociedad estuviera dividida en tres...