Viejos amigosAcabamos de entrar a la plaza, vamos camino al cine que se encuentra en este lugar pero decidimos dar unas vueltas antes de ir directamente allá, sin razón específica.
—¿Jugamos algo? —me pregunta.
—No, si nos entretenemos jugando nos vamos a perder pa película.
—Ni que vayamos a estar horas jugando.
Me encojo de hombros y sigo caminando, él sonríe a mi lado y yo hago lo mismo.
Acepté sin problemas tener una cita con Esteban, pues hoy por fin la tenemos y vamos a ver una película en un rato. Una parte de mí cree que esta es una salida en plan de amigos, pero la otra cree que es en plan parejas. Sí, lo sé, a veces dudo mucho.
Algo a unos metros de mí llama mi atención, es una niña mirando unos peluches en un estante, así que empiezo a caminar en esa dirección mientras Esteban me acompaña.
—Hola Brandy —es lo primero que digo y ella se gira en mi dirección. Su rostro está lleno de sorpresa.
—¡Alexa! —suelta el peluche que tenía en sus manos y se dirige hacia mí para abrazarme, yo me agacho un poco para quedar a su altura y me abraza, abrazo al que correspondo contenta y de inmediato.
De una vez Bryan se acerca a nosotros, noto que la preocupación es reemplazada de su rostro por una sonrisa.
—Hola Alexa —dice el muchacho.
—Hola —Brandy y yo rompemos el abrazo pero nos quedamos agarradas de las manos. —Tiempo sin verlos.
—Sí —rasca su nuca —bastante tiempo.
Esteban no dice media palabra, me da algo de pena así que lo presento.
—Él es Esteban —el susodicho me mira —y ellos son Bryan y Brandy.
—Hola —dice la niña extendiendo su mano y Esteban hace lo mismo, también estrecha la mano con Bryan.
—¿Por qué llegaste agitado? —le pregunto al muchacho cuando la niña vuelve a pegarse a mí.
—Estaba comprando algo y solo vi que alguien se acercó a mi hermanita, así que vine rápido. No sabía que eras tú y si de mi hermana se trata, todo me mantiene alerta.
—Sigues cuidándola. —afirmo.
—No tanto como antes, de hecho por eso estamos aquí hoy.
—Porque no estuvo conmigo en toda la semana —dice Brandy —y le dije que me lo debía, estar todo el día en la casa me aburre.
—Te entiendo completamente —expresa Esteban con una sonrisa, a lo que Brandy le responde.
—Sabía que no podía ser la única persona a la que le aburre estar todos los días en casa —dice alargando la primera 'o' en la palabra todos.
—Fue un placer verte de nuevo Alexa, pero como ya encargué de comer, debo ir a recogerlo, ¿me acompañas Brandy?
—Sí —dice ella luego de abrazarme nuevamente y estrechar su mano con Esteban. —Hasta luego.
Agita su mano mientras se aleja y yo hago lo mismo, ha crecido bastante esa niña.
—Así que te llevas bien con los niños.
—Normalmente sí, esa niña es una amiga.
—¿Y su hermano?
—Su hermano también es mi amigo. —empiezo a caminar al área del cine.
—¿Muy amigos?
—No Esteban, solo éramos conocidos con amigos es común, es todo.
—Mm...
—Hablo en serio —le digo con una sonrisa dejando de caminar y mirándolo a los ojos.
Él achica sus ojos sin dejar de mirarme, estamos parados en medio del camino mientras las personas pasan a nuestro lado.
—¿Segura?
—Espera —empiezo a buscar dramáticamente —¿puedes oler eso? —me acerco más a él —Eso que huelo son celos.
Él me sonríe y luego empieza a reír, yo lo acompaño en su risa.
—Estás loca.
—Y tú estás celoso.
—No estoy celoso.
—Y yo no estoy loca — dejo un rápido beso en su mejilla y empiezo a caminar, él me sigue, la sonrisa se ensancha más en su rostro. —Nos vamos a perder la película.
—No la vamos a perder, porque al parecer no lo recuerdas pero, ni siquiera hemos elegido una ¿qué te hace pensar que vas a perder una película de la cuál no sabes el horario?
Me quedo mirándolo y él se encoje de hombros sin dejar de mirarme ni de sonreír.
—No me importa, tú solo camina y así tendremos tiempo para comprar.
—¿Segura?
—¡Solo camina Esteban! —adelanto el paso y él hace lo mismo.
Él llega a mi lado y no ha dejado de sonreír, lo cual hace que yo sonría al igual que él. Me detiene y deja un beso en mi frente, seguido sigue caminando y yo lo sigo.
—¿Cómo pasas de estar celoso a no dejar de reír?
—No sé de qué estás hablando —se encoje de hombros y aplana sus labios en una línea, intentando aplacar su sonrisa, pero aún así sus comisuras luchar por subir.
—Ay claro que sabes.
—Puede ser —ahora sí sonríe y luego muerde su labio inferior.
Este chamaco.
Llegamos al cine y ya sé qué película quiero ver.
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Yo no soy un juguete I y II
Ficção Adolescente¿Es que acaso ser una persona tranquila significa que todos pueden jugar contigo? ¡Pues no! que las cosas no salgan como ellos quieren no significa que estén mal, no dejaré que me usen, yo no soy un juguete, y quiero que quede claro. Alexa, solo viv...