Yo no soy un juguete I y II

21: Cerrando un ciclo

Cerrando un ciclo

Cuando Lucas llegó a la casa, yo ya estaba por salir, y así es cada viernes. Él llega cuando estoy saliendo. Nos despedimos y salgo de la casa, camino hasta la parada y espero al autobús.

Son casi las ocho de la noche cuando llego a mi casa y estacionado al frente veo el jeep de Esteban, así que lógicamente él está aquí.

Entro y él se queda mirándome, estaba hablando con mi madre, ella, con una sonrisa en la cara dice que tiene que hacer algo y se va.

—Hola —digo al llegar al mueble y sentarme junto a él, Esteban asintió con la cabeza.

—¿Estabas donde tu padre?

—Sí.

—¿Quién te llevó?

—Me fui en el autobús.

—¿Por qué no me dijiste?

—No quería molestarte.

—Alexa no molestas, deja de pensar que me molestas.

—Es solo que no quería molestarte con algo tan trivial como visitar a mis hermanos. —me encogí de hombros.

—¿Es importante para ti visitarlos?

—Sí.

—Entonces a mí me interesa formar parte de eso Alexa, me interesa formar parte de tu vida.

—Pero ya eres parte de mi vida.

Él suelta aire y acuna mis manos con las de él.

—¿Es que te sientes incómoda si te llevo?

—No.

—Entonces déjeme llevarte el próximo viernes, y los demás, por favor.

—¿No trabajas los viernes?

—Trabajo en la mañana.

—¿Y la universidad?

—No tengo clases los viernes.

—Bien.

—Bien.

—Gracias —le digo, mirándolo a los ojos.

—¿Por qué? —me dice con una media sonrisa, medio confundido.

—Por ser tú.

—Alex basta, no quiero que me de cosa ahora —dice con una sonrisa y apartando la vista. Cuando vuelve a mirarme yo le tiro un beso. —Eso no se tira —dice con una sonrisa pícara, y yo sonrío de la misma manera.

Está demás decir lo que pasó después de eso.

—Esteban —digo recostada en su pecho mientras nos acomodamos mejor en el mueble.

—¿Sí? — acaricia mi cabello.

—¿Por qué es tan placentero intercambiar saliva con la persona correcta? —yo me despego un poco de él para poder verlo a la cara, pero él se echa a reír.