24: Reunión importante

78 11 0
                                    

  Reunión importante

¿Cómo no lo noté si está tan visible?

A veces nos concentramos tanto en nosotros mismos que olvidamos celebrar los buenos momentos de nuestros seres queridos.

Puede ser que te vaya de mal en peor pero darte un respiro, dejar de pensar en tus problemas y celebrar con alguien sus logros, te ayude a retomar las fuerzas para seguir enfrentando tu situación.

—John te pidió matrimonio —digo en voz baja mientras no aparto mi vista del anillo dorado que se encuentra en el dedo anular de la mano izquierda.

—¡Sí! —grita, emocionada —Así es.

No quita la sonrisa de oreja a oreja en ningún momento, me alegra tanto verla así.

—¡Felicidades mami! —digo emocionada con una sonrisa parecida a la de ella. Se lo merece, merece ser feliz con un compañero de vida, merece ser feliz, y no puedo ocultar mi emoción al verla así.

Y así pasamos la noche, cenamos y seguimos hablando cosas relacionadas a su boda porque ambos ya están grandecitos como para esperar mucho antes de casarse.

Me fui a mí habitación, hablé un rato con Esteban por teléfono y luego me quedé dormida.

(...)

Siento como el colchón se hunde bajo el trasero de alguien que se sienta en mi cama, ese alguien se acuesta y empieza a moverme.

—Alex, levántate —sigue moviéndome pero no quiero abrir los ojos —Que te levantes querida — los abrí cuando me dio en la cara con el peluche que siempre está en mi habitación.

—¡Madi! —me quejo, pero ella se encoge de  hombros— ¿Por qué hiciste eso?

—Es que no querías abrir los ojos —dice con una pequeña sonrisa mientras encogía sus hombros nuevamente.

—Eres terrible Madison.

—Oh querida, sabes que eso no es cierto. Estoy aquí porque es sábado, por la mañana.

—Aja, ¿y qué quieres haga?

Ella se quedó mirándome mal, hasta que lo recordé. Sábado en la mañana es igual a clases de baile.

Los minutos pasaron y ya estábamos en la escuela de baile. Calentamos, practicamos, sudamos, nos aprendimos bailes nuevos y perfeccionamos los que ya nos sabíamos. A Madi y a mí no nos gusta bañarnos aquí en la escuela, así que nos encontramos en el auto de Madi camino a mi casa.

Nos bañamos en mi casa y nos quedamos viendo una película, escuchamos que la puerta se abrió y vimos entrar a mi madre, John y Alice.

Nos levantamos del mueble luego de poner la película en pausa y saludamos a cada uno con un abrazo, Madi se quedó sorprendida y emocionada cuando felicité a John. Así que ella también lo hizo.

Adriana y John se quedaron en el comedor anotando cosas que creo son de la boda, mientras Madi, Alice y yo seguíamos viendo la película.

Fuimos a la cocina porque nos dio hambre y nos sentamos nuevamente en el mueble a ver la película mientras comíamos todo tipo de chucherías que encontramos. Pero como no lo sentimos suficiente ordenamos una pizza, la cual no tardó casi nada en llegar caliente a nuestra puerta. Adriana y John comieron mientras seguían anotando sus cosas y nosotras tres mientras veíamos la película.

—Alex, cuéntame bien el caso de Sebas y sus padres. Es que tenían un relajo de que sí se separaban pero después que no lo hacían y no sé qué pensar ahora.

Yo no soy un juguete I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora