Promesa lejanaLa primera vez que Sebastián vino a vivir a mi casa, temprano en la mañana del otro día nos encontrábamos organizando su habitación. Sin embargo, ahora es todo lo contrario.
Estar ayudando a Sebastián a recoger todas sus cosas es raro, porque realmente no quiero que se vaya. Es cierto que al principio le tenía miedo al cambio, no quería que llegara alguien nuevo a la casa, aunque ese alguien fuera mi primo. Pero me acostumbré y ahora no quiero que se vaya. Ciertamente, es posible que según lo que veo, pronto vivamos tres nuevamente, mami, John y yo. Además, si mi madre está felíz, yo también lo estoy.
Pero eso no cambia el hecho de que aunque no lo esté demostrando, extrañaré mucho a mi primo.
—Alex, gracias. —dice Sebas.
—¿Por qué? —le pregunto mientras dejo doblada una camisa.
—Por todo, me encantó vivir con ustedes, y de no ser por ti no hubiese conocido a Madison. —él sonríe.
—Sebas, no hagas esto. Estás haciendo más difícil el hecho de que sé que pronto te vas.
—Pero ya te dije que no me voy a otro país, otro estado ni nada de eso. —dice con una media sonrisa —Te visitaré a menudo, nos veremos en la universidad, puedes pasar por mi trabajo, organizaremos salidas, así que Alex, por favor. No pienses que dejaré de molestarte, yo en tu vida soy indispensable, así como tú en la mía.
—Ya entendí, déjalo —me acerqué a él y lo abracé fuerte hasta que lo escuché quejarse mientras soltaba una risita. —¿Qué pasará con Madi? —le pregunto al soltarlo.
—¿Qué pasará con Madi? —yo lo miré mal y él soltó una risa. —No sé cuántas veces tengo que decirte que no voy a desaparecer, las cosas entre Madi y yo están bien, con sus altibajos pero hemos sabido resolverlo. Así que por favor Alex, respira y cálmate.
—Ay pero que lindo es mi novio cuando está explicando, deberías ser profesor. —dice Madi recostada en el umbral de la puerta de la habitación de Sebas, ambos, aunque nos encante ver a Madi, la miramos extrañados. —¿Qué? Soy alguien de confianza, Adriana me dijo que estaban aquí.
Yo sonreí sin poder evitarlo, me acerqué a ella y la saludé con un abrazo. Luego pasé por su lado saliendo de la habitación, los dejaré solos.
Soy una buena prima y mejor amiga lo sé.(...)
Esteban había llegado a mi casa, y ahora estamos hablando sentados en el mueble.
—Alice me dijo algo la última vez que nos vimos que me dejó pensando. Y es que, no soy tu novia Esteban, no deberías andar besándome por ahí.
—Pero tú me correspondes el beso.
—Ese no es el punto, habíamos quedado en que ninguno sabría al que no fuera su pareja. —le digo rápidamente.
—¿Entones? Yo ya te dije que me gustas. Así que solo deberíamos empezar a salir como novios desde ahora y no como amigos que se besan.
Oh vaya.
—Que directo Esteban.
—Sé que te gusta que te hablen claramente, sin rodeos. Así que, ¿por qué no eres mi novia si nos comportamos como si ya fuéramos una pareja?
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Yo no soy un juguete I y II
Teen Fiction¿Es que acaso ser una persona tranquila significa que todos pueden jugar contigo? ¡Pues no! que las cosas no salgan como ellos quieren no significa que estén mal, no dejaré que me usen, yo no soy un juguete, y quiero que quede claro. Alexa, solo viv...