10: El quipo deportivo

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El equipo deportivo

Ya es lunes, se acabaron las vacaciones y estoy devuelta a clases, de hecho, ahora me encuentro sentada mientras hago unas preguntas de historia.

Es increíble que recién terminan las vacaciones (las cuales no son tan extensas como las de verano) y ya están dejando clases, por Dios, acabamos de llegar, deberían dejar que nos integremos en lleno a querer recibir clases.

Aunque no es mucha, son pocas preguntas, pero aun así.

—¿Podemos llenarla juntos? —dice Sebastián inclinando su asiento hacia el mío.

—No es una clase para llenar en grupo Sebastián —dije mientras buscaba la respuesta de la segunda pregunta del cuestionario.

—Pero solo seremos tú y yo...

—No —lo detuve de hablar —Puedes hacerlo solo, tienes tu libro.

Se cruzó de brazos.

—Ya no eres mi prima, siempre eres mala conmigo.

Dejé de buscar la respuesta y lo miré.

—¿Siempre soy mala contigo? Pues ahora sí que no voy ayudarte para que puedas decir que siempre soy mala contigo.

—Sabes que lo dije en broma primita —me lanza un beso y me guiña un ojo —Eres mi prima favorita.

—Hagan silencio, quiero estudiar, ustedes hablan demasiado —dijo una chica que se sienta cerca de nosotros.

Sebas y yo nos miramos y reímos.

—Ya acércate, terminemos de llenar juntos.

—No era tan difícil aceptar tonta.

Tiempo después, siendo ya hora de almorzar (la campana había soñado hace como ocho minutos). Me apresuré porque sé que Madi debe estar esperando por mi, pero me la encontré hablando con un chico, o más bien, terminando una conversación

—Desaparece de mi vista Steven.

—Eres muy fría, —se levantó del asiento y caminó de espaldas —nos vemos luego Madison.

Ella se despidió con la mano y él empezó a caminar de forma normal.

—Llegaste tarde.

—Lo sé y lo siento, aunque no es tan tarde —me miró pidiéndome una explicación —Me quedé llenando un cuestionario.

Suspiró, no le gustaba que hiciera eso. Aunque no me lo decía.

—Está bien.

(...)

Ya me encontraba en casa, hace como una hora que estoy aquí. Me encuentro acostada en mi cama.

Llevé una de mis manos a la cadenita que me regaló Madi para navidad, me gusta mucho, es realmente bonita.

Bonita

B...

Brandy.

Reí al recordar a la niña que estaba con Diego.

Yo no soy un juguete I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora