Miradas por el espejoEspejo, él y yo.
Yo estoy arreglando mi cabello frente al espejo que está en la sala y él está detrás de mí, (no tan cerca realmente, está sentado en el mueble, parece cerca porque nos estamos viendo a través del espejo) y me gusta esto.
Me gusta y me pone nerviosa el hecho de que nos estemos mirando sin estar frente a frente, de que por el espejo sea más sencillo para mí mirarlo. De que realmente siento como se pone un nudo en mi pecho a causa del nerviosismo que justo ahora estoy sintiendo. Y él me sonríe, mierda. Él está sonriéndome, y sí, sé que él sonríe mucho, pero esta vez me sonríe a mí, ya que yo también estoy sonriendo pero por causa de los nervios aparto mi mirada y él hace lo mismo mientras muerde su labio inferior conteniendo su sonrisa.
—¿Ustedes ahora se comunican en silencio? —dice Sebastián pasando por mi lado y golpeando levemente mi cabeza, se detiene detrás de mí impidiéndome mirar a Esteban y me agarra de los hombros —Mírate, llevas minutos jugando tu cabello, vas a dañarlo —se acerca a mi oído para que nadie más escuche —Estuve sesenta segundos parada a tu lado, un minuto completo, lo sé porque tomé el tiempo con mi celular, en fin, el punto es que ni siquiera notaste que yo estaba ahí porque solo tenías los ojos y tu atención puesta en Esteban —se aleja de mi oído y sonríe a nuestros reflejos en el espejo, luego besa mi mejilla —Te quiero prima.
Luego de eso se fue a la cocina y yo lo seguí con mi vista. Cuando terminamos de tomarnos el jugo yo lavé las utensilios de la cocina que usamos, en pocas palabras, fregué. Luego de eso viene lo que está pasando ahora, me puse frente al espejo a supuestamente arreglar mi cabello con mis dedos. Respiré profundo y empecé a caminar en dirección al chico que está sentado en el mueble de la sala, me senté junto a él, tomé aire y hablé.
—Si sigues mirándome de esa manera voy a pensar que estás pensando en la manera de cómo asesinarme.
Él sonríe y asiente.
—Claro, para poder lanzar tu cuerpo inerte por los árboles que vimos por camino.
—Eso fue raro —dice mi primo mirándonos con cara de 'estoy mirando a unos locos' —¿Acaso no pueden hablar como personas normales?
—No somos normales —dijimos al mismo tiempo —Eso fue raro—volvimos a hablar al mismo tiempo.
—Okey basta, eso asusta —dije, y los tres empezamos a reír.
—Chicos, me encanta estar aquí y pasar tiempo con ustedes, pero ya me tengo que ir.
—Pero es temprano, son las seis de la tarde —dije, y ahora me arrepiento de haberlo hecho.
—Sí,—sonríe —Pero tengo tareas y cosas que hacer en mi casa —se pone de pie y me extiende su mano, yo la agarro pero la uso para ponerme de pie al igual que él, y lo abrazo, le tomó como tres segundos reaccionar y rodearme con sus brazos. Luego me separo de él.
—No te acostumbres, seguro fue el potasio que había en el jugo que nos tomamos.
—No te prometo que no me acostumbraré a tus abrazos Alexa —me sonríe y va hacia donde Sebastián a despedirse. Luego sale de la casa y segundos después se escucha el sonido de su jeep.
Sebastián y yo nos quedamos en silencio por unos minutos mientras nos miramos, es como si estuviéramos comunicándonos con la mirada. Hasta que escuchamos que la puerta principal es abierta y por ella entra mi mejor amiga.
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Yo no soy un juguete I y II
Fiksi Remaja¿Es que acaso ser una persona tranquila significa que todos pueden jugar contigo? ¡Pues no! que las cosas no salgan como ellos quieren no significa que estén mal, no dejaré que me usen, yo no soy un juguete, y quiero que quede claro. Alexa, solo viv...