- Espera - jadeó apretando un poco mi cabello, pero bajé su ropa con mis manos y su miembro golpeó mi mejilla, me sorprendí un poco pero sonreí algo divertido, cuando lo miré el desvió su cabeza nervioso - ¿vas a hacerlo? - me miró sin devolver su rostro, al parecer si quería, saqué un poco mi lengua y engullí su miembro, era una sensación extraña, pero extrañamente placentera, lo saqué de mi boca lamiendo y besando todo el largo hasta engullirlo de nuevo y empezar a mover mi cabeza, puse mis manos en los huesos de su cadera y lo aruñé un poco cuando empujé un poco más al fondo, sus jadeos estaban ocultos por su mano en su boca, pero me sorprendió cuando maldijo y apretó mi nuca contra él y empezó a mover su cadera, no sabía que hacer y temía lastimarlo así que solo abrí mi boca tratando de que hubiera más espacio y saqué mi lengua para no ahogarme tanto, al final se separó un poco rápido y mi rostro se ensució, sonrojado lo miré jadeando y el estaba igual - lo siento - se agachó limpiando mi rostro y me reí.
- Está bien - sonreí dejando que limpiará mi rostro - ¿lo hice bien? - detuve su mano y asintió.
- Muy bien - sonrió besándome.Salimos tras unos minutos para calmarnos y para nuestra suerte mamá no dijo nada, cenamos platicando sobre las actividades de hoy y como no habían dejado de mandar tareas aún con la lluvia, iba bien hasta que Kageyama insinuó que le contara lo que pasó, mamá me miró de inmediato.
- Kageyama e Iwaisumi-sempai fueron a dejar algunas bolsas, así que me quedé limpiando con otro sempai, pero me asusté al ver grietas abrirse a sus pies así que le tendí mi mano, pero el huevo se abrió y la enfermera explicó que por el impacto al sostener su cuerpo me lastime el hombro, me duele un poco pero me darán terapia, a ambos.
- ¿Y no me contaste hasta ahora? - suspiró preocupada - cariño no voy a regañarte, los accidentes y lesiones no son a propósito así que cuéntamelo de inmediato la próxima vez, ¿entendiste? - asentí algo triste - y tú Tobio, no debes dejar que se salga con la suya.
- Lo siento, también por haberlo dejado solo - inclinó su cabeza.
- Está bien cariño, como dije, los accidentes no son a propósito - sonrió - terminemos de cenar y a la cama, mañana habrá muchas tareas por hacer.Asentimos y comimos hasta saciarnos, una vez terminamos subimos a mi habitación nuevamente recostandonos en la cama algo exhaustos, me abrazó por debajo de las mantas y me acurruqué en su pecho cerrando los ojos.
- Buenas noches Tobio - besé su hombro y me apretó contra el.
- Buenas noches Shouyo - besó mi frente y feliz fui a dormir.Pero no fui feliz al hacer tareas al día siguiente, gracias a la limpieza de la ciudad y de las noticias sobre que ya había pasado lo peor decidieron reanudar clases la siguiente semana, es decir en dos días y debíamos entregar las tareas que nos habían encargado, por suerte llevábamos mucho avance ya que mamá nos hacía hacerlas el tiempo que estábamos juntos, sentí entumido mi trasero así que me recosté boca abajo un momento suspirando.
- ¿Ya estás cansado? - se acercó masajeando mi espalda.
- Ah~ - suspiré relajado abrazando su cintura y rió levemente siguiendo con el suave masaje - ¿me puedes dar un masaje en mis pompis?, están entumidas - lloriquie.
- ¿Cómo voy a hacer eso? - se rió.
- Cierto - me reí también y cerré mis ojos disfrutando su masaje, hasta que apretó mi trasero, en primer lugar sentí vergüenza, segundo realmente me agradó, pues realmente estaba entumido, tercera, no tardó mucho en ponerse erecto, cuando mamá se acercó con botanas el siguió masajeando mi espalda y yo oculté su miembro con mi cabeza abrazándolo de la cintura.
- ¿Por qué no salen a caminar?, han estado sentados toda la mañana.
- Que buena idea - me senté de nuevo jalando a Kageyama de la mano.
- Ni siquiera lo pensó - se rió.Cuando salimos el estaba algo sonrojado, lo miré confundido y cuando hizo un leve gesto indicando su miembro erecto aún me sonroje igual.
- Lo siento - lo miré apenado.
- Está bien, se bajara en un rato - me abrazó por la espalda caminando de esa forma.Entre risas y nervios caminamos un poco alrededor de las casas, platicando de cosas de voleibol o de la relación, adoraba que habláramos de nuestra relación, arreglando y entendiendo nuestras diferencias de pensar en interpretar las cosas.
