13. Iwaisumi

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- Chibi ven aquí - dijo paciente, en cambio el enano fue temblando hasta estar enfrente - yo te estimo mucho - desde ahí varios prestaron mucha atención, en especial su colocador - ¿se te hace correcto recibirme de esta forma? - lo miró molesto.

Obviamente bromeaba, pero las reacciones del pequeño siempre divertían, empezó a disculparse sin dejar de parecer un flan en medio de el peor terremoto que puedas imaginar, no tardaron mucho en meterse el resto, fue Kageyama quien tomó el balón y se lo llevó ignorando el drama de su mayor.

Después de eso todos siguieron dentro de lo normal, si es que se considera normal ver a Nishinoya protegiendo a Asahi de una abeja que entró a volar por ahí, al mismo tiempo que Bokuto y Kuroo se lanzaban y cargaban uno al otro tratando de volar como la abeja, en el cual Lev terminó lanzando a Yaku-san quien empezó a perseguirlo, por otro lado Tanaka hacia un escándalo porque el nuevo equipo no tenían una mánager, Kyotani (perro loco) buscaba acercarse a Daichi nervioso, quien estaba regañando a Asahi, entre estupideces de otros equipos, peleas por aquí y allá, bromas, burlas, entre otras cosas, lo normal... creo.

Como chocaban tanto Oikawa y Kageyama discutían a cada rato, tanto que no notaron como sus compañeros ya estaban cansándose.

- Oye... Hinata ¿verdad? - dijo algo dudoso.
- S-si - se inclinó exageradamente haciendo sonreír al mayor algo divertido.
- Tranquilo - se rió revolviendo su cabello, todo el Aoba Jhosai quedó en shock, a excepción del capitán que seguía siendo una diva diabólica con su kouhai - soy Iwaisumi, puedes no usar honorífico no te preocupes.
- Gracias - sonrió algo aliviado y sorprendido.
- Entonces... ¿ya te acostumbraste?
- ¿A Kageyama? - se rió - sería un caos si no fuera así.
- No es por ser fijado, pero estoy viendo que desde hace rato aquel chico de cabello bicolor ha estado lanzándose tratando de hacer... no sé ¿volar? ¿y me dices que no es un caos? - el menor lo vió algo sorprendido y rió fuertemente.
- Estoy seguro que con el gran rey ya tuvo práctica, soportará ver esas cosas a diario.
- Eso espero - recargó su brazo en la cabeza del menor contemplando ambos la escena que montaban esos dos - va a ser divertido - sonrió - cuento contigo pequeño - ambos chocaron los puños creando una clase de amistad de confianza y comprensión.
- No soy pequeño - dijo al mismo tiempo que las chocaban y el as sonrió ladino.
- Como digas.

Bajo la mirada de Kei, esto sólo significaba o bien un gran rival para Kageyama o un empujón para acelerar su relación, sea cual sea, iba a estar muy pendiente.

Veinte minutos (Kagehina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora