38.

8K 759 39
                                    

En dos semanas mi hombro estaba bien para seguir entrenando, por lo que pude empezar a practicar junto al resto justo a tiempo para el torneo de primavera, está vez teníamos que ganar el pase para las nacionales, fuera como fuera.

A pesar de estar juntos todo el tiempo posible, dejamos de lado el tener relaciones pues terminábamos muy cansados después del entrenamiento, mañana sería el siguiente campamento y probablemente el último antes del torneo.

Cuando salí de la ducha me senté a su lado en la cama recargandome en su hombro, no pude evitar soltar un suspiro por sentir mi cuerpo agotado, el me abrazó recostandonos hacia atrás y apenas pude cubrirnos con las mantas antes de caer dormido, cosa que el ya había hecho.

Despertamos temprano para llegar a tiempo a la escuela y una vez ahí todos estaban llegando, me gustaría hablar sobre el camino pero realmente la pasé dormido todo el rato, así que solo sentí como Kageyama me movía suavemente, al despertar me tendió la mano y la tomé guiándolos abajo del autobús, se veía adormilado aún a pesar de ser el quien me despertó.

Pero no había tiempo de descansar, nada más llegar dejamos nuestras cosas y empezamos a entrenar, el aoba jhosai llegaría por la noche debido a su hora de salida, al parecer tanto esfuerzo dio resultado pues los juegos eran más parejos cada vez.

Por fin ganamos un juego y aún con eso nos quedamos cada uno a practicar, me enfoqué tanto en esas dos semanas enteras que olvide por completo lo que habíamos programado al volver, conocería a la hermana de Kageyama, pero decidimos que no fuera en cada porque sería incómodo, nos veríamos en un parque.

- ¿Estas bien? - tomó mi mano al estar frente al parque - creo que puedo verla desde aquí - levantó la mano y a lo lejos una chica idéntica a Kageyama hizo el mismo gesto - no estarás solo así que no te preocupes, también... le pedí que no tocará el tema de la vez pasada.
- No lo menciones tu tampoco - me sonrojé apretando su mano.
- Bien - acaricio mi mano con su pulgar - andando.

Caminamos el de lo más relajado mientras yo me armaba de valor para cada paso que daba, teniéndola en frente realmente eran parecido, aunque ella tenía un aire más alegre que Kageyama.

- Hola, es un placer conocerte por fin - sonreí amablemente, simpatizaba por su parecido con mi novio
- Lo mismo digo - tomó mi mano colocandose a mi otro lado - he estado sentada un rato, ¿les parece si caminamos juntos? - asentí sonrojado, pero agradecí no quedarme quieto porque no soportaría los nervios - Tobio no habla mucho normalmente, pero me alegra que se haya animado a contarme sobre ustedes, obviamente tienen mi apoyo, te pediré algo de paciencia con mi padre pues es algo serio, pero no es un mal tipo ¿si?.
- Gracias por aceptarme - dije aliviado.
- Gracias por estar con Tobio - sonrió.
- Lo dices como si fuera alguien difícil - ambos nos quedamos mirándolo fijamente - digan algo al menos - se quejó.
- Pobre Shouyo, tranquilo, yo te estaré apoyando - dijo decidida apretando su puño.
- Oye - se quejó Kageyama y me reí.

Su hermana era una persona alegre y divertida aunque algo ruda, me recordaba un poco a la hermana de Tanaka-sempai.

Al final fuimos a cenar tras una tarde en el parque, ella insistió en pagarlo todo y nos dejó en casa, dejamos las cosas en la habitación y tomé la mano de Kageyama.

- ¿Quieres que nos bañemos juntos? - lo miré sonrojado y tras unos segundos después de quitar la sorpresa de su rostro asintió.

Veinte minutos (Kagehina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora