- ¿Estás seguro de unirte a ese equipo?.
- Si, ya lo había decidió antes de todas formas - respondió el pelirrojo.
- Oh, supongo que está bien, quiero verte pronto - su voz sonó algo profunda, se notaba la tristeza en ella.
- Nos veremos pronto cariño, aunque con este frío extraño estar allá.
- No puede ser tan malo en Japón - se rió y sonreí al escucharlo.
- Me hice sensible al frío al parecer - suspiré.
- Cuando nos veamos no vas a sentirlo.
- No digas eso por el teléfono, ¿qué si alguien te escucha? - me reí sonrojado - además lo dices directo a mi oreja y soy sensible a eso también.
- Cuánta sensibilidad - bromeó y tocaron la puerta de mi habitación.
- Tengo que colgar - avisé.
- Te amo - escuché su voz al otro lado de la llamada.
- También te amo - dije extrañandolo, no sabía si soportaría la distancia estando en Japón.Colgué y fui a abrir la puerta, Kenma levantó una bolsa con pollo y latas de cerveza, me reí y fui a grabar en su programa en vivo, pensar que se haría prácticamente rico tan joven, y yo apenas asegurando mi futuro deportivo, pude pasar la noche agusto gracias a su compañía, supongo que una relación a distancia sería dura, aunque eso lo sabía desde el inicio, pero me alegra que ya hayamos hablado de eso.
- Mañana llevaremos el contrato firmado, Kuroo dijo que llevarás ropa deportiva para empezar cuanto antes.
- Está bien, buenas noches - sonreí saliendo de su habitación - sonreí al ver el mensaje de buenas noches de su parte, nunca me imaginé en otro tipo de relación que no fuera como en preparatoria, pero la madurez de ambos hace que todos esto pueda funcionar y soy feliz.Cerré mis ojos esperando un buen día mañana, pero no pude dormir nada, así que tenía ojeras algo notorias, suspiré rascando mi cabeza con pesadez, sentía que hoy sería un día en el que tuviera poca energía.
- Buenos días - me miró atento Kea, pues dali arrastrando los pies - te recordaba lleno de energía por las mañanas.
- Buenos días - suspiré - espero que no sea porque vaya a enfermarme.
- A mi me suena que es más bien desvelo, y me doy una idea del por qué - me dio una taza de café.
- ¿Idea del que? - lo miré adormilado.
- Escucha Shouyo, entiendo que volver te puede traer recuerdos malos, pero borra la biografía y reescribe la historia, o algo así - dijo pensativo y sonreí.
- Gracias por preocuparte - dije un poco más alegre, la calidez me hacía feliz - ¿me puedes dar un abrazo? - el sonrió y se acercó a dónde estaba sentado así que lo abracé rodeando todo su cuerpo y el acaricio mi cabello un momento.
- Toma una ducha, saldremos en un rato - dijo dejando de acariciar mi cabello.
- Está bien - me separé y empezó a escribir algo en su laptop, miré por la ventana pensando que la época de lluvia estaba cerca y me quedé tranquilo, como si ya no estuviera aquí, estaba ido decían en Brasil, sonreí al recordar a cierta persona que conocí allá y justo en ese momento me llegó un mensaje.Lo respondí alegre yendo a bañarme, salí con playera básica negra, pantalón de mezclilla roto y tenis negros igualmente, tomé una gorra y mi maleta antes de salir, Kenma traía más o menos lo mismo, cuando llegó Kuroo dijo que ya tenía el contrato listo así que lo repasamos con calma y lo firme para ir a entregarlo.
Fuera del gimnasio se escuchaban los chirridos de los tenis y el impacto de los balones junto a algunas voces, mi corazón se aceleró de solo escucharlo así que sonreí al entrar reconociendo el olor a pomadas para articulaciones, todos pararon lo suyo al ver llegar a Kuroo junto a nosotros.
- ¿A quien trajiste? - se acercó curioso el búho más genial que conocía.
- Buenas tardes - sonreí quitándome la gorra el al verme abrió la boca y miró a Kuroo y me señaló, como preguntando si también me veía - si soy yo Bokuto-san - me reí y corrió a abrazarme lanzándome por los aires.
- Pero si es Shou-chan - se acercó Atsumu - supe que estabas muy lejos de Japón, ¿viniste a jugar? - sonrió.
- Exactamente a eso - sonreí.
- Disculpa - dijo aún a la expectativa Sakusa.
- Cierto, es un placer conocerlos a todos, mi nombre es Hinata Shouyo, estaré a su cuidado un tiempo - me incliné levemente y todos asintieron sonriendo.
- ¿Lo conocías de antes? - se acercó el pelinegro a Atsumu.
- Siempre he querido colocarle, parece que se me va a cumplir - dijo emocionado.
- Eeeh~ - se quejó abrazándolo de la cintura.
- Por supuesto eres mi favorito - se rió.
- ¿Cuánto tiempo vas a quedarte? - dijo emocionada Bokuto jaloneado su brazo de un lado a otro.
- Cuando entregue esto, será por dos años - mostró el contrato Kuroo.Todos abrieron los ojos sorprendidos.