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Me había alegrado ver a Iwaisumi-sempai, siento que se volvió alguien muy fraternal para mí y se ganaba el título de sempai, era admirable y fuerte, además de justo, Kageyama suspiraba cada vez que hablaba de él pues en el campamento me explicó que tuvo muchos celos gracias a él, aunque claro ya lo había supuesto con Kenma desde aquel momento, tomó una maleta una vez llegamos a su casa y nos dirigimos a la mía en camión, la maleta tenía cosas de ambos, era bueno traer sus cosas pues no se sabía si volvería a llover tan fuerte o si fuera a pasar algo extremo, el olor a tierra mojada era agradable y estaba fresco en esta área a comparación del sofoco en el área de Kageyama y dónde hicimos el voluntariado, aún no le decía a mamá lo que pasó pero estaba seguro de algo, iba a infartarse y cubrirlo con una sutil sonrisa, pero no me dejaría salir en un rato.

- Bienvenidos chicos, gracias por traerlo Tobio, pasen - sonrió, la casa estaba muy callada - Natsu se quedó dormida temprano así que mantengamos el silencio - sonrió sugiriendo que tomáramos asiento en la mesa.
- ¿Cómo han estado? - me senté con Kageyama al frente y mamá al centro.
- Por suerte no se ha ido la luz durante mucho tiempo, solo apagones ocasionales, pero tengo velas y el generador afuera para la refrigeración de la comida y la casa.
- Me alegra que hayan estado preparadas para estás ocasiones - dijo Kageyama.
- No me gusta la idea de que estés solo en casa, puedo hablar con tu madre, quédate aquí cariño, es muy peligroso.
- Me gustaría quedarme, ayudare en lo que pueda - inclinó su cabeza.
- Claro que puedes, no ocupas inclinar tu cabeza, dios, eres un niño educado, que suerte tiene Shouyo - rió suavemente y me sonrojé.
- Pero debo informarle a tu tutor, ¿podrías darme su número?.
- Mi hermana es mi tutora más cercana ya que mis padres están fuera del país.
- Bien, en ese caso, el número de ella - pidió y le dio papel y lápiz para anotar nombre y número - terminaré de preparar la cena, ustedes vayan a bañarse.
- Si - me levanté y cuando acomodé la silla me dolió un poco el hombre, apreté mis labios sin hacer ruido y la solté lentamente - vamos - le tendí mi mano y la tomó.

De inmediato acaricio con cuidado mi hombro, creo que se había dado cuenta de que me dolía, una vez en la habitación preparamos nuestras cosas.

- ¿Puedo ayudarte en el baño? - sujetó mi muñeca sonrojado.
- ¿Sabes? - cubrí la mitad inferior de mi rostro con mi mano desviando la mirada, sentía mis mejillas arder - si te sonrojado cuando lo preguntas, lo haces sonar como una sugerencia.
- ¿Si te sonrojado al responder significa que la aceptas? - se acercó acariciando con su otra mano mi cintura.
- N-no - bajé la vista avergonzado.
- Es broma, solo quiero ayudar - besó mi cabeza y asentí.

Dicho y hecho, no me dejó moverme mucho, al menos me dejó lavar mis partes íntimas y piernas, salimos relajados del baño y me ayudó a vestirme igualmente.

- Puedo hacerlo solo - me sonrojé cuando me ayudó a ponerme mi playera.
- Lo sé - sonrió abrazando mi cintura una vez terminó - pero me gusta hacerlo - besó mi mejilla y me sonroje acurrucandome en su pecho.

Nos quedamos un momento abrazados sin notar la puerta abierta, mamá estaba sonrojada mirando algo incómoda la escena.

- L-la cena ya está lista - se compuso con una sonrisa y se fue.

Kageyama se rió un poco y yo suspiré ocultando mi rostro contra el, acaricio mi mano tomándola camino a la puerta pero la cerró antes de llegar y me dejó contra ella.

- Primero el postre - susurró mirando mis labios y se acercó abrazándome.

Posé mi mano en su hombro y entrelazó los dedos de mi brazo lastimado para que no lo subiera, cerré mis ojos sintiendo cosquilleos y mi corazón acelerado al empezar a besarnos, no era rápido ni fuerte, al contrario la lentitud y suavidad me hacían sentir más excitado, subí un poco más mi mano enredando mis dedos en su cabello y lo atraje hacia mi queriendo profundizar el beso, lo hizo, su lengua jugando con la mía y las caricias en mi cintura y cadera rozando peligrosamente mi miembro agitaron mi respiración.

- Más - pedí y el puso el seguro cargándome de frente hasta la cama.
- ¿Seguro?, la cena nos espera - besó mi mejilla y después mi cuello sentándome en la cama inclinando su cuerpo para besarme.
- Por favor - susurré apretando su hombro y el me recostó separando mis piernas, me sonrojé mucho cuando bajó mi ropa a la altura de mis rodillas y lamió dos de sus dedos metiendolos, arquee mi espalda cubriendo mi boca y empezó a jugar con mi recto y con su otra mano con mi miembro.

No tardó mucho en encontrar el punto que me gustaba y terminé viniendo me rápido, el limpió y acomodó mi ropa con servilletas que trajo del baño, me senté controlando mi respiración y el acariciaba mi cabello pacientemente.

- Tu también - incliné mi cabeza abriendo mi boca un poco, tomando la punta de su miembro por sobre la tela del pants.

Veinte minutos (Kagehina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora