- No estoy segura, el no me ve bien cuando me acerco a Hinata - dijo una nerviosa mánager intimidado por la figura de los tres chicos que hablaban con ella.
- Hitoka-san no le pasará nada, nosotros estaremos viendo - propuso Akaashi.
- ¿Q-Qué tengo que hacer? - los miró insegura.
- Shouyo siempre entrena tarde con Kageyama, tu eres la que los ayuda la mayoría del tiempo - explicó Kenma.
- ¿Entonces? - preguntó imaginando mil cosas.
- Si de pronto le preguntas a Hinata si le gusta alguien el va a entrar en pánico, mientras el rey va a celarse - obvió Kei.
- Cosa que no quiero porque me asusta - empezó a temblar.
- Sólo ignoralo y sigue tu conversación con Hinata, debes hacerle decir que le gusta alguien - dijo Akaashi.
- Haré mi mejor esfuerzo, pero... ¿están seguros que debemos de meternos en esto? son ellos quienes deben de hacer que suceda, si nosotros los ayudamos ellos tendrán un problema después al no poder resolver las cosas solos.
Los tres la miraron atento, era un muy buen punto, sin embargo estaban preocupados, ¿qué deberían hacer?.
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Siento que debería alejarme de él, después de todo lo escuché decirle a alguien que le gustaba una persona, tal vez no dijo que una chica pero hablaban como si lo fuera, su mirada era de devoción al imaginarla, la quiere tanto que incluso empezó a afectar lo que más le gusta que es el voleibol, ella logró que se volviera más tranquilo y empezará a estudiar, pero a la vez le genera un vacío al no saber el como acercarse, se que dije que lo ayudaría, pero sólo me enamoré de el y ahora me duele tener que ayudarlo, no debería de estar haciendo estas cosas, sólo me afectan, porque tarde o temprano el se irá con ella, así que no me quedara de otra mas que soltarlo... y dolerá más porque me estoy ilusionando al pensar que puedo estar con el.
Lo miré dormir tranquilo y me acurruqué en su pecho siendo abrazado, ¿qué soy para el?.
Un amigo, compañero de equipo, soporte, el hombro en el que se desahoga, un remplazo ¿Cuál soy? ¿Todos? No quiero pensar que va a pasar a futuro, porque justo ahora siento una puñalada en el pecho que provoca un frío que me hace sentir que no puedo respirar bien y unas inmensas ganas de llorar de sólo tratar de imaginarlo.
Supongo que el amor es así, estamos solos en este mundo si prestamos atención, pero nos aliviamos con amores maternales, parentales, religiosos o incluso eróticos, cuando dejas de hacer lo que te hace parte de ese grupo, te sientes sólo de nuevo, entonces... ¿realmente podemos decir que estamos viviendo? ¿no será tal vez una clase de condena por haber hecho algo malo?, porque siento que a su lado el amor dura más que con cualquiera y comparto mucho tiempo con el, pero también sé que no me pertenece, porque se irá algún día, ¿qué pasará conmigo en ese momento? ¿podré seguir mi vida normalmente?.
¿Por qué sabiendo que va a doler tanto quiero seguir a su lado hasta el último segundo?.
