Habían anunciado una helada, por lo que debían mantener todo cerrado en el campamento, pero recién entrar y antes de irse los metales se enfriaban demasiado provocando un horrible frío para todos, pero algo llamó la atención de algunos.
- ¿Qué haces Kenma? - se acercó Hinata con su nuevo amigo Iwaisumi, el gato miró detrás como Kageyama y Oikawa peleaban por un balón, ambos tiraron tan fuerte que salieron volando hacia atrás y después empezaron a lanzarse balones, suspiró concluyendo que estos dos decidieron ignorarlos al ser inútil detenerlos.
- Tenemos frío - generalizó refiriéndose a su equipo que estaba creando una especie de montaña de personas, todos juntos para crear calor.
- Es cierto que está algo fresco... ¿Y por qué estan así? - preguntó curioso.
- El calor corporal aumenta cuando estás junto a otra persona, así que hacemos esto a menudo - explicó con simpleza.
- Genial - se emocionó como siempre sonriendo.
- Es un pequeño sol cálido - susurró Kuroo sonriendo al igual que todo Nekoma.
Sonrieron más al ver que este miró unos segundos a Iwaisumi y después se aferró a el como un Koala, este algo descolocado atinó a colocarlo frente a el permitiéndole rodear su cuerpo con brazos y piernas.
- Akaashi nosotros también - empezó a dar pequeños brincos emocionado Bokuto, su colocador intentó detenerlo pero este ya se había lanzado sobre el haciéndolo medir su resistencia y fuerza al tener que cargarlo.
En cuanto Iwaisumi se sentó para seguir platicando con Nekoma y el dúo de Fukurodani que igual se sentó, Kageyama paró de golpe, los miró y se dio la vuelta ignorando por completo a su superior.
Todo el día actuaba normal a excepción de cuando el pequeño se acercaba de más a Iwaisumi o viceversa, se ponía serio y se daba la vuelta, quien más lo noto fue con quien peleaba la mayoría del día.
Por la noche empezó a helar demasiado, se veía un pequeño cuervo aferrado al pecho del rematador quien caminaba como si nada por todos lados, Kageyama apretó una vez más su puño mordiendo su lengua para no decir nada y se dio media vuelta.
- Oye - se cruzó de brazos Oikawa - si estas celoso demuestralo.
- No somos pareja... tampoco estoy celoso - habló bajo sin mirarlo.
- Tobio-chan no me puedes mentir - puso su mano en la cintura negando con su dedo índice de la mano contraria - te haré un favor y seré yo quien los interrumpa está vez porque también me siento como tu, pero la próxima no seas cobarde.
¿Cobarde?... lo era, porque no quería que el chico que le gustaba se alejara por verlo desagradable.
