The Lincoln House

Un gran día

Es un nuevo amanecer en el pueblo de Royal Woods, los rayos del sol entraban por las ventanas de todas las habitaciones de cada una de las casas que había en ese pequeño pueblo.
En la residencia Loud cada uno de sus integrantes se empezaban a levantar para comenzar este día.

Todos al levantarse lo hicieron no del modo como lo haría todo el mundo con amargura y pesadez de no quererse levantar. No, al contrario, todos se levantaron con los ánimos al tope.

Ya que la noticia del día anterior aún resonaba en las cabezas de cada miembro de la familia, bueno no todos a excepción de uno. Los señores Loud se levantaron primero y estos fueron al baño para así comenzar su día.

Al terminar estos bajaron hasta el primer piso a su habitación, cuando se fueron las hijas Loud empezaron a salir de sus habitaciones para ir al baño. La primera en entrar fue Luna, las demás hicieron fila para esperar su turno.

La siguiente en pasar fue Lana y de ahí pasaron las demás hermanas hasta que quedó la última hermana la cual fue Lori. Quién no le molestó para nada el tener que esperar y adelantarse para ir primera usando el pretexto de que por ser la mayor debería ir de primera pero está vez no lo hizo.

Tampoco esto pasó con Lola, quien al igual que Lori ella se hubiera adelantado al resto de sus hermanas usando chantaje sobre ellas. Pero nada de eso pasó en la espera de quién irá al baño, todas y cada una de las hermanas estaban tranquilas y felices por el hecho de que ahora son millonarios.

También cabe el hecho de que todas ellas tenían una semana de vacaciones de sus escuelas, lo cual les daba más motivos del por qué deberían estar felices.

Al bajar todas al comedor vio que su padre había hecho, el cual era un enorme desayuno para todas las hermanas. Había varios platos con huevos y tocino, pan tostado untados con mermelada de fresa, también había panqueques cubiertos con jarabe de chocolate.

_ Espero que lo disfruten mis niñas, lo hice especialmente para ustedes._ dijo el señor Lynn a sus hijas.

Todas al ver el gran desayuno que su padre había hecho, todas fueron a sentarse para así comenzar a comer. Los señores Loud veían a sus hijas comer muy felices, en eso cuando estaban las chicas comiendo se escuchó unos golpes provenientes de la puerta que conectan el patio trasero.

Los señores Loud se asomaron a ver qué era y al abrir la puerta vieron a Lincoln quien estaba en frente de la puerta trasera. El albino al ver a sus padres este de inmediato le dice.

_ Mamá, papá, ¿Puedo entrar para ir al baño para así poder bañarme?._ preguntó Lincoln quién tenía puesto el disfraz de ardilla.

_ Claro, pero ve rápido, tienes 15 minutos para hacer lo que tengas que hacer._ dijo el señor Lynn a su hijo.

_ Gracias, no tardaré mucho._ Respondió Lincoln para si entrar a su casa.

Cuando el peliblanco entró a la casa y pasó por el comedor vio a sus hermanas que estaban comiendo su desayuno, se le hizo agua a la boca cuando vio el gran desayuno que ellas estaban comiendo. En cuanto a las chicas estas al ver a su hermano lo vieron con caras de enojo y neutralidad.

Lincoln subió rápidamente las escaleras y se metió al baño para así darse un baño. No tardó más de cinco minutos en bañarse, lo bueno de aquí es que a Lincoln le había quedado una mudada de ropa que no se deshicieron cuando sus padres vendieron sus cosas, fue hasta el sótano y lavó su ropa y luego se puso la otra mudada y luego nuevamente el disfraz de ardilla.

Salió de la casa por el patio trasero no sin antes que recibiera un plato con cereal que su madre le había hecho. Salió y se sentó en las escuelas que había afuera y se dispuso a comer su desayuno.