Mi amigo, mi salvador

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Transcurrió una semana luego de lo ocurrido del capítulo anterior. En donde Lincoln y sus amigos vieron que a su salón de clase había llegado una compañera nueva, quien curiosamente tiene el mismo color de cabello que Lincoln, y más que se parecía a él, como si fuera un clon de él o una hermana gemela.

Este último había tenido curiosidad sobre su compañera y nueva amiga, ya que se le hacía irreal ver a alguien igual a él, solo que con género opuesto. Y tal como había dicho Lincoln a sus amigos, hicieron que la estancia de Liberty en la escuela no fuera aburrida, ya que los 7 se la han pasado bien y la peliblanca se siente feliz de tener nuevos amigos.

Vemos cómo Lincoln estaba en lo suyo en el hotel. Se encontraba haciendo supervisión de que sus empleados hicieran bien su trabajo. Cuando pasó un rato después fue que Lincoln entró a la oficina que es de Mauricio y de él. El pelinegro se encontraba sentado mirando varios documentos.

_ Hola Mauri, ¿Terminando de organizar esos documentos?— preguntó Lincoln entrando a la oficina.

_ Me falta poco. Nada que yo pueda resolver. ¿Ya terminaste de hacer tu trabajo?— respondió Mauricio a Lincoln.

_ Ya terminé de hacer lo mío. Aparte, venía a decirte que hoy es un día especial. ¿Sabes que día es hoy?— preguntó Lincoln a su socio.

_ Hoy es jueves.— respondió Mauricio.

_ Si, pero me refería a la fecha que es hoy. ¿Recuerdas?— volvió a preguntar Lincoln.

_ Ah ya recordé. Hoy es el día de lavandería. ¿Ya mandaste a lavar las sábanas de las habitaciones?— respondía el pelinegro.

_ Ja, ja, muy gracioso. Ya déjate de juegos, sabes de qué estoy hablando, y sé que estás jugando. Cómo en otras ocasiones.— dijo Lincoln riendo falsamente.

_ Jeje, ya lo sé. Es imposible no jugar con eso contigo chaval. Pero si, hoy es día de paga. ¿Queréis tu cheque ahora o después?— preguntaba Mauricio.

_ Que sea ahora, ya que iré al banco y luego de eso iré a reunirme con los chicos. Nos quedamos en reunirnos para pasar este día juntos.— respondió Lincoln.

_ Vale chaval. Enseguida te daré tu cheque, y luego de eso me encargaré de pagarle a nuestros trabajadores.— acató Mauricio.

Así Mauricio le dio a Lincoln su cheque ya que hoy es día de paga. El albino toma su cheque y luego sale de la oficina despidiéndose de su socio. Luego fue al elevador donde fue hasta el piso de abajo para posterior salir del edificio. Procedió a caminar para así reunirse con sus amigos, pero antes tendría que ir al banco primero.

Fue al que estaba en el centro del pueblo, vio que no había mucha gente, por lo que esperó a que fuera su turno. Para cuando le tocaba a él fue que se dirige a una empleada que estaba atendiendo.

_ Buenas tardes joven, ¿Que es lo que necesita?— saludaba la empleada a Lincoln.

_ Buenas tardes, vengo a hacer un depósito y también a sacar un poco de dinero de mi cuenta.— contaba Lincoln lo que quería.

_ Está bien, enseguida le depósito su dinero y le daré el monto que necesita.— contestó la empleada.

Con eso Lincoln le dio el cheque a la empleada, quien le pidió a Lincoln el número de su cuenta bancaria. Luego de depositarlo procedió a retirar la cantidad de dinero que Lincoln quería. Ya luego de eso el albino sale del banco para así irse con sus amigos, quienes de seguro deben de estar esperando.

_ ¿Que tal chicos? Lo que acaban de ver es algo que llevo haciendo desde que el hotel abrió. Cada fin de mes recibo mi pago por hacer mi trabajo en el hotel, y siempre vengo al banco a depositarlo para que esté seguro.

The Lincoln House Donde viven las historias. Descúbrelo ahora