The Lincoln House

De la riqueza a la pobreza parte 1

Todo se encontraba callado en ese vestíbulo del edificio de Lincoln. Pareciera como si el tiempo se hubiera detenido. Y no por nada, ya que en ese momento se estaba llevando a cabo uno de los momentos que varios de los presentes no se hubieran esperado jamás.

Y eso era el reencuentro entre Lincoln y esas personas quienes resultaron ser alguna vez su familia. Así es, la familia Loud había vuelto. 20 años, unos largos y largos 20 años de los cuales Lincoln no volvió a saber nada de quienes fueron en el pasado su familia, quienes lo abandonaron por una estupidez.

_ Louds. Pero miren que me dejó el cartero hoy. Vaya sorpresa si me lo preguntan.— comentó Lincoln al respecto.

Nuevamente el silencio se hizo presente, ya que los Louds aún no se podían creer lo que veían, pensaban que se tratada de algún loco sueño o una alucinación que sus mentes les estaban haciendo. Pero por más lógica que quisieran encontrar no la hallaban, esa persona que veían y que les habían hablado se trataba nada menos que Lincoln, el cual ya no era para nada ese joven de 11 años que dejaron a su suerte años atrás.

Mientras eso sucedía la recepcionista que se encontraba ahí veía todo y podía sentir la tensión en el aire. Era tanto que se podía cortar con un cuchillo, sentía que algo podría pasar en cualquier momento. Lincoln al ver que su trabajadora se encontraba en su zona de trabajo se dirige a ella.

_ Sonia, ¿Podrías dejarme a solas con estas personas? Descuida, puedes tomarte un descanso si quieres, te doy permiso para que lo hagas.— le dijo Lincoln a su empleada.

_ Muchas gracias señor Johnston, con su permiso.— respondió la empleada.

Así la joven empleada fue a la sala de empleados a tomar un descanso como le había dicho su jefe. Cuando ella se fue Lincoln aprovechó para así de una vez dirigirse a quienes en el pasado llamó familia, y preguntarles que hacían ahí y que querían.

_ Quién lo diría, solo miren a quienes tenemos aquí. Si son la mejor familia del mundo, Ja. Que buen chiste.— habló Lincoln primero.

_ P-p-pero cómo es posible, ¿En serio eres Lincoln? — preguntó la mujer de morado.

_ Así es, Luna. ¿O acaso conoces a alguien más con el cabello blanco?— respondió el albino.

_ ¿Cómo es que eres dueño de este edificio? Y más que nada, ¿Por qué lo construiste en donde solía ser nuestra casa?— ahora preguntó la del vestido rosa.

_ Podría responder a tu pregunta, Lola. Pero sería yo el que debería de preguntarles a ustedes. ¿Que hacen aquí luego de tantos años? ¿Acaso no se mudaron a Las Vegas?— preguntó Lincoln a su ex familia.

_ Pasaron muchas cosas a nosotros. Más de lo que tú puedes imaginar.— contestó la de amarillo.

_ ¿A sí? ¿Y qué exactamente qué les pasó a ustedes? Quiero oír que les pasó, y luego yo les responderé cualquier pregunta que me hagan.— preguntaba el peliblanco.

En eso los Loud se reunieron en un círculo para así llegar a un acuerdo, donde ellos contarían de lo que les pasó a ellos y luego Lincoln les contaría el como llegó a convertirse en dueño de ese edificio.

_ Okey, te contaremos lo que nos pasó a nosotros a cambio que nos cuentes que fue lo que hiciste en estos años.— aceptaba la rubia de azul.

_ Adelante, y que sea rápido, tengo cosas importantes que hacer.— pedía el albino.

Sin más los Loud le contarían a Lincoln que pasó con todos ellos, el que fue de ellos antes, durantes, y después de que dejaran abandonado a Lincoln, a cambio que este mismo cuente lo que él ha hecho, claro está.