Fate DxD: El Regreso De Un Héroe

Capitulo VII

"Grr...Soy wolverine" Fue el comentario divertido de una chica de cabellos castaños claros atados en un par de coletas, mientras empuñaba un par de llaves negras en cada mano, mientras fingía cortar algo en el aire con movimientos torpes con sus manos. Ella estaba usando un vestido similar al de las monjas y un par de botas negras con placas de acero, de un color completamente oscuro y bordeados en hilo blanco, facilitaba más el movimiento no pegándolo al cuerpo.

Mientras tenía debajo de su vestido de combate un traje ajustado con falda hecha de fibras de kevlar azul oscuro. Ella estaba muy alegre después de firmar ese contrato, habían tratado su herida correctamente y se hicieron cargo de la seguridad de su compañera de cabellos azules hasta que despertara.

Comida caliente y agua bebible, finalmente recibió algo más que solo latas por calentar, se sentía fresca y libre de preocupaciones... y para seguir sintiéndose así. Debe dar todo de sí para mostrarse útil. Junto a ella, estaba la rubia que siguió en el ataque a Kuoh junto a Ise-kun, pero ella no estaba usando el mismo traje que ella... no, ni siquiera se le podría considerar un traje. Era solamente ropa normal, unos jeans azul claros que mostraba parte de sus rodillas blancas y una blusa negra con hexágonos rojos a su alrededor.

Y al igual tenía un juego de 4 espadas alargadas, pero contrario a ella que los tenía como garras saliendo de su mano la tenía clavados al suelo mientras esperaba por lo que les enseñaría el peliblanco.

"...¿Por qué no estas usando lo mismo que yo?" Pregunto Irina acercándose a la chica rubia, sin hostilidad. Por lo mismo, era más que obvio a lo que se refería... creía que el vestido se convertiría en el uniforme de este grupo de ejecución con solo dos miembros.

"Ah, yo no seré parte de la primera orden.... Solo aprenderé sobre los ritos y los sacramentos para defenderme de ellos" Explico Asia mientras estiraba sus brazos cruzándolos uno con el otro.

Y ahora esta primera orden se reducía solamente a ella....

"Justo como dice, ella no ha firmado nada más que una promesa verbal que ya no seguimos... tu Irina, eres la única humana en toda la ciudad con habilidades un poco más que decentes... no tengo tiempo para entrenar a todo un pelotón, por lo que lo reduciré a ti... todo lo que aprenderás partir de ahora lo transmitirás a otros, este método que usare, cada una de mis palabras y cada uno de mis golpes los regresaras a los demás" Explico Shirou mientras las chispas negras comenzaban a bailar en sus manos, para finalmente explotar a su alrededor como un camino conectándose en grandes círculos uno más pequeño que el otro.

"Esto es un circulo de adiestramiento. La rueda del maestro. Este círculo será su mundo a partir de ahora, representará tu vida... hasta que yo les diga lo contrario, no existe nada fuera de él... ni demonios, ni vampiros u otros peligros contra ustedes... ¿entendido?" Comento Shirou mientras seguía un viejo monologo, pero sentía que olvidaba algo con la palabra vampiro.

"Si-pi" Asintió Irina en un brinco, mientras saludaba en posición de firmes con su mano sobre su cien.

"Entendido" Asia estaba de acuerdo, a pesar de que tenía algunas ojeras después de escuchar un sin fin de historias sobre como su ancestro Saphira sobre cómo se conocieron o que es lo que hacían alrededor del mundo durante la noche, al fin estaba libre de esos libros y de la reina dragón.

"Perfecto... hasta ahora sus habilidades han sido son un poco más que decentes, pero a medida que su destreza con las armas crezca, ustedes dos progresaran a un circulo más pequeño. Con cada nuevo circulo su mundo se contraerá...aproximándote mas a tu adversario... en el camino a la victoria." Shirou hablo a las dos chicas mientras tomaba dos vendas de color oscuro y las arrojaba a ambas.

"...No creo que esto sea para el sudor ¿Cierto?" Contesto Irina mientras Asia comenzaba a arrepentirse de estar allí.

"Jajajaja...No, ambas cúbranse los ojos y tomen los bokken" Shirou se rio del comentario de Irina mientras hacía a un lado las llaves negras, no las ocuparían por este momento.