La vida continua tras fin de la Guerra del Santo Grial. Emiya Shirou ha perdido su fe en la humanidad, dejando sus armas y un sueño que solo le trajo dolor y sufrimiento atrás. Intentará vivir una vida normal, si es que alguna vez fue normal, pero...
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En el capítulo anterior de El Regreso del Héroe.
Cansados de la espera de noticias, nuestros jóvenes héroes en entrenamiento Asia, Irina y Arthur se embarcan dentro del paraíso tropical de una vez por todas cuando el primer grupo perdió contacto incompetentemente.
Asia guía a sus compañeros a las tierras desconocidas del Panteón Griego cuando de sorpresa, señales de movimiento son detectadas por el Tiburón Escarlata.
¿Amigos o Enemigos?
Es la interrogante en que se reduce este primer contacto entre semidioses y zombis con los jóvenes Avaloneanos.
Pero cuando parece ser que el dialogo no sería una opción, la intervención del Dios de las Mazas aplastante Ares hace acto de presencia para decidir las cosas.
"Dios Marte—Soy Emiya Asia"
¿Cuál será la decisión del Dios de la Guerra?
Descubrámoslo en este Regreso del Héroe.
—Mientras tanto en la cabeza de Marte.
"Mierda—la nieta mayor de Hades."
*Nota de Doggo: xD xD xD
-- --- "Lara~ Lara~ Lara~—Oh, si...allí~ " Tarareaba al ritmo de un tono con dulzura y demasiada satisfacción, al mismo tiempo que leía una revista griega de chismes de Afrodita bajo la identificación de "A La Más Bella" con una manzana dorada bajo estas palabras—una obvia referencia a la historia de la manzana de la discordia con Peleo y Tetis—su contenido resulto ser muy bochornoso sobre los dioses mayores y menores del panteón Olímpico con sus asuntos privados y profesionales, otros demasiados sucios como que muchas veces discuten sobre donde se llevara a cabo la orgia de este mes.
--La casa Blanca si había que agregar.
Las manos expertas de la mujer sobre los huesos de sus hombros liberaron un pequeño ronroneo de satisfacción de su persona cuando aflojaron sus hombros, casi podía jurar que sus clavículas liberaron un ligero ¡Track! Que no dilato ninguna clase de dolor.
Ella incluso desconocía que mantuviera tanta tensión hasta estos días—y solo tenía 14, aunque estaba a casi nada de crecer con 15 primaveras—aún faltaba dos estaciones para marzo, por lo que el abuelo tendría tiempo más que suficiente para conseguir un unicornio después de este casi nada nupcial Otoño.
"Fufufufu....Pareces un pequeño cachorro civilizado. ¿Disfrutas de tu tratamiento dulzura?" Pregunto una ninfa de cabello rubio con el nombre en su hombro de Meg en griego antiguo, un estudio algo básico en la asociación de hechicería sobre Londres "Amanecer Dorado" donde ella ingreso a sus 7 años—cuando sus padres de la nada la mandaron a dicho internado.
