La vida continua tras fin de la Guerra del Santo Grial. Emiya Shirou ha perdido su fe en la humanidad, dejando sus armas y un sueño que solo le trajo dolor y sufrimiento atrás. Intentará vivir una vida normal, si es que alguna vez fue normal, pero...
Habia escenas extrañas en el mundo incluso para alguien tan ajena a ello como lo es para Asia, cuyas alas de dragón metafóricamente se alzaron en unos pocos meses.
Oh, y mencionando sobre un dragón—bueno ver a un pequeño dragón de unos 50 cm de alto mirando apasionadamente el vitro-exhibidor de panes y golosinas al público, en definitiva; entraba en esa categoría en su lista personal, limitándose en una pequeña lista sobre un peliblanco con un delantal con palabras Kokku ni kisu—besa al cocinero y jurar ver una fina serpiente en un mechón de cabello, pero ella no diría nombres sobre la identidad de las personas; no delataría a Shirou y a Medusa.
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El dragón miro en dirección a su maestra con cierta esperanza guardando de que sus corazones se conectaran, haciendo que la suave semblanza de la chica le transmitiera lo suficiente con su sonrisa para notificar sus pensamientos.
El dragón comenzó a brincar de un lado a otro con emoción entre tanto iniciaba un vuelo por los aires solo para aterrizar en la mesa del local donde se encontraba la rubia, la cual deslizo un pequeño plato a su dirección con pequeñas y crujientes croquetas de colores que le encantaban a la niña, siendo este su postre preferido por mucho cuando esta chica las probo por primera vez cuando una bella dama se los entrego en Italia cuando aún era una monja, nunca olvidaría su cabello era completamente oscuro con excepción de sus trenzas blancas en su lado izquierdo y esos hermosos ojos dorados con tinte rojizos.
"Prrrrrrrr" El dragón ronroneo bajo el roce piel con piel entre ambos, moviendo su cuello de un lado a otro con satisfacción.
"—Eres muy voluble Rasse" mofo Asia al pequeño dragón completamente ajeno a lo que estaba diciendo la rubia.
Con el capricho satisfecho de la cría de dragón de escamas azul eléctrico, este comenzó a planear con sus alas en dirección con unos niños que jugaban corriendo de un lado a otro mientras arrojaban discos voladores como si fuera solamente un perro.
—Sin el infante molestando a la rubia, Asia regreso a lo suyo devolviendo a prestar su atención a las noticias sobre la red sobrenatural que no han sido nada gratos en los últimos días.
[¡Son una amenaza!]
[¡No te olvidaremos Diodora, Noble víctima de la Casa Astaroth!]
Asia sintió diversos tics nerviosos presionando sobre su semblanza ante el dramático encabezado de la publicación con una especie de fotografía de ella durante el ataque de Kokabiel hace meses, pero completamente alterada incluso colocándole un par de cuernos en su frente como si se tratara de un villano demoniaco lo cual era completamente irónico debido a que; se trataba de una publicación del infierno.
Decir que el inframundo no estaba contento con lo sucedido era ponerlo sencillo, literalmente los comentarios exigían que los poderes del inframundo movieran sus traseros y solicitaran su cabeza como compensación a su orgullo una vez más transgredido—y la única razón por la cual podía pensar que no se encontraba un ejército detrás de ellos, posiblemente se tratara de que los Maou's estaban trabajando demasiado para compensarlos.
