Capitulo VIII

6.4K 577 446
                                    

.... I am the bone of my sword.

Hace un largo tiempo un humano nacería.

Uno templado por el fuego.

En su carne, las penitencias, condenas, castigos, abominaciones, culpas, sanciones... adornarían el grabado de su cuerpo.

Su mirada seria veraz, sus ideales imperturbables e inflexibles.

Su voz irradiaba poder.

Sus palabras negarían al mundo.

Y mostraría el paraíso de los héroes.

Este tendría dentro las historias de sus antecesores.

Sus poderes y habilidades ahora recaerían a él.

Sus armas; armamentos de la humanidad y cualquier otra defensa más allá de la imaginación.

Sus logros, sus méritos, fallos, fracasos... su vida entera seria registrada.

Esto estaba más allá del entendimiento común.

Todo se dirigía a la obtención de una leyenda.

Un nuevo héroe digno del trono.

...

.......

Pero eso nunca sucedió.

Por que como cualquier otro héroe... este sufriría la caída.

Su mente se nublaría, el héroe caería, él se equivocaría... pero no se levantó.

Su poder seria solo un medio para un fin.

Y vaya que fue entretenido....

Oh, la ironía.

La existencia que había considerado como la más débil pero problemática en aquella guerra del grial fue el que salió victorioso incluso contra él.

El que todos consideraban un torpe cordero recién nacido que iba al matadero resultó ser un fiero león.

Un torpe niño soñador al que descartó como un mestizo delirante resultó ser un guerrero feroz.

Una mera falsificación que ladraba con superar a la original. Era como si una mentira fuera en contra de la verdad.

Y como rey, cada palabra suya fue absolutamente verdad.

Pero ahora.... Ese mestizo con algo de potencial. Si, potencial. Vencerlo no es algo que pueda ser menospreciado y mucho menos ser tomado por menos para estar haciendo una cara de estúpido y muy seguramente no parar de maldecirlo en su cabeza.

Al menos estaba arrodillado en su presencia.

El pasar del tiempo lo había vuelto diferente... Una persona diferente.

La intensidad de la luz que portaba que incluso lo había cegado... ¿Acaso ahora se había apagado?

¿Dónde quedo ese niño?

Ahora el mestizo en su frente, era todo menos la persona con la que peleo.

Su mente se mantenía aquí.

Pero su corazón no.

Ojos apagados... Una voluntad apagada.

No...eso es incorrecto, lo podía sentir, había algo aquí.

Su mayor defecto fue su carencia de voluntad, su poco entendimiento y el cómo actuaba como un mocoso.... solo era un cobarde.

Eran las sobras del joven mestizo que se quedó con el único tesoro que no pudo conseguir. Un inútil, que se negaba a avanzar en su camino.

Fate DxD: El Regreso De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora