Capitulo XIII

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Allí estaba de nuevo.

Ese sentimiento que te obligaba a oprimirte y caer de rodillas rogando por clemencia de todas las maneras posibles para salir de allí otro día.

Y aunque odiaba admitirlo... el mal que irradiaban era superior a sus propias llamas, la diferencia estaba en un nivel entre el cielo y la tierra y eso le molestaba.

Y lo que más le molestaba, es que su presentación fue más genial que la suya. ¡y había preparado una entrada con anticipación para no pasar vergüenza! Además, esa cosa saliendo de su sombra que parecían retorcerse era demasiado bizarro y escalofriante de ver.

Pero lo había logrado, el pelinegro escucho cada una de sus palabras pacientemente mientras se mantenía en silencio era lo menos que debía hacer por superarla, eso era inconcebible

"Y es por eso no vale la pena preocuparse por la destrucción que causemos, simplemente los demás no valen la pena que continúen con sus vidas" Y finalmente termino con sus palabras, con una arrogante sonrisa invito a esta extraña presencia a unirse a su causa en una guerra contra los cielos y los dioses paganos de las otras religiones.

Esta es la parte en la que se arrastra y acepta unirse a ella.

..

"Te escucho, y me niego" respondió Shirou sin dudarlo mientras mantenía una sonrisa y consumía de nuevo los males para retirarse. Pero parecía que su respuesta había molestado a la doncella de las llamas.

"...."No hubo palabras suficientes para escuchar la queja de la chica de cabellos cenizos, mas allá de la clara irritación de ser rechazada y el rechinar de sus dientes. Y entonces, sin pensarlo demasiado.

Calor.

El suspiro no solo vino por parte de Shirou, si no del médico con guanteletes extraños en sincronía cuando lo único que llenaron sus vistas fueron las hermosas llamas rojiza brillante con vividos colores violeta y rosado.

El mal humor de la doncella era claro, denotaba una gran cantidad de desagrado por sus palabras.

Entre sus dedos los zarcillos de llamas negras comenzaron a danzar a un ritmo constante mientras deslizaba su mano como un artista con el pincel a una velocidad suficiente para que ambas llamas se encararan uno contra el otro, formando un muro de llamas momentáneamente.

"¿Por qué?" La pregunta de Jeanne sonó demasiado agresiva. La mujer se cruzó de brazos cubriendo su pecho y miro a Shirou exigiendo por una respuesta.

"Sencillamente no tengo interés en resolver tus problemas" Shirou respondió mientras buscaba la respuesta mas apresurada en su cabeza, había varios motivos por el cual no podía aliarse a Jeanne... era demasiado inestable, parecía ser un dolor en el culo, tenía sus propios asuntos en su ciudad, ya tenía un grupo de niños por vigilar, y esta sería la más problemática y más importante aún... hizo una alianza con los caídos, demonios y los cielos.

No es que no comprendiera el dolor en las palabras de la chica, e incluso creía que si ella le hubiera hecho esa pregunta unos tres meses atrás respondería que si arrastras o posiblemente igual la ignore para vivir tranquilamente.

Pero... de la misma manera se había ganado un sermón por parte de la versión más agradable de ese maldito hijo de puta de rey, fue golpeado tanto física como emocionalmente cuando la ilusión de Illya cuestiono su identidad, e incluso todo lo que está haciendo tiene en parte que ver para sentirse digno de mostrarse a la cara con Arturia.

Pero no... le era imposible seguir con el rumbo de adonde se dirigía la heroína de Francia.

Sin mencionar que... la historia en este mundo funciona de manera diferente. La existencia de Sacro Aparatos que podían rivalizar con varios Noble Phantams y Codigos Misticos del más alto nivel, sin olvidar que las razas sobrenaturales y Deidades lograron mantenerse en este rico planeta lleno de energía mágica y que estos vivían aparentemente como humanos... el hecho de que mantuviera una conversación con el dios de la guerra a pesar de su mala fama le mantiene sorprendido.

Fate DxD: El Regreso De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora