Fate DxD: El Regreso De Un Héroe

Capitulo IV

Una pequeña y brillante llave se incorporó en el interior del ojo de la ranura cilíndrica en la horilla derecha de la puerta de entrada principal, el pequeño pero adorable adorno de un dragón de escamas blancas resaltadas en plata enfocaban de la misma forma que con los intensos ojos azules y una luna menguante oscura con una cruz invertida en su parte inferior media de tono platino y obsidiana ondeante por el aire, el tintineo entre ambas ornamentaciones libero un pequeño canto entre metales para nada alarmante en comparación al choque de otro tipo de acero que le erizaba los poros de la piel.

¡Clac!

El sonido de la puerta abriéndose no hizo reacción alguna en el joven que solamente suspiro a sus adentros todo al mismo tiempo que miraba por última vez en este día al vivo cielo de tonos azules y rojizos como una pintura al óleo hecho por Van Gogh, Monet o Picas que solamente embellecían la vista de la ciudad oculta en la membrana violeta oculta de los ojos del hombre común mientras poco a poco una franja oscura separaba todo el horizonte de los cielos advirtiendo el inicio del crepúsculo nocturno; una verdadera vista que solo mejoraría si tan solo estuviera volando por los aires sin duda.

Empujando la puerta hacia el interior de la residencia, Vali separo su llave del cerrojo ocultándola nuevamente en su bolsillo, entre tanto levantaba su mano desocupada, que en realidad se mantenía cotizada por una gran bolsa de tela con la frase Cuidamos de ti impresa en ella con tinta oscura, verde y azul celeste.

En el interior de la bolsa, se encontraban cerca de 3 charolas de carne, algunas verduras como pimientos, rábanos y algunas otras cosas de esa categoría junto a embutidos variados y el helado de fresa de la pequeña bruja del hogar que había escrito en la lista de compras pegada al refrigerador de la misma manera que una caja de Oreo's para Arthur; obviamente también trajo el suyo en cuanto a helados—vainilla, aunque tomaría un poco del de fresa—Sencillamente porque sentía que se lo merecía.

...Un médico con guantes de fideo lo golpeo...Como siempre, en realidad era peor de lo que se escuchaba.

Y con ello, Vali se dio cuenta de un pequeño detalle en su plan de vida que originalmente había escrito en el Lock the Pandora (su diario en su infancia) donde anteriormente escribió un conjunto de buenas frases que Habia memorizado para verse genial frente a su rival—no tan rival, ya que no había escuchado nada nuevo de él desde—bueno, le importaba poco.

Y hablando de su rival....

"Ha~ Mi tan ansiada batalla con el rojo será el menor de mis anhelos a este paso" Suspiro Vali algo complicado por dentro de que sus prioridades hayan cambiado rotundamente.

En buenas noticias—estar en una ciudad de locos podría funcionarle a notar uno o dos errores suyos que corregir y volverse mejor, más fuerte de lo que era antes de su antiguo yo.

Oh si, donde se encontraba en realidad se trataba del hogar perlado con una línea inferior oscura que se le proporciono el día que regreso de Francia junto con dos rubias y el otro peliblanco mayor de un solo ojo. Al principio solo mantenía una de las camillas del calabozo 5 estrellas de la ciudad—o así decidió llamarlo en su tiempo allí; de donde le tenían cautivo (encamado) en compañía de Arthur (atado) en el closet.

Decir que Emiya estaba satisfecho con su respuesta de permanecer en la ciudad no era muy importante, pero parecía ciertamente agradecido por su arreglo interior—por qué de igual manera no estaba decidido a dejarlo ir como una de esas locas yanderes en esos animes, amenazándolo con espadas y su injusta técnica de rebote de daños; pero oye—al menos no había rencores entre ellos.

Aunque lo único desagradable fue que tendría que compartir lo que indudablemente se trataba de su propio hogar con una perezosa gata de pelaje azabache, un mono bueno para nada que era comparable a un tío inútil de la familia, su mejor amigo Arthur quien sorprendentemente se estaba comportando como un idiota con él mirándolo acosadoramente y la pequeña Le Fay que le apoyaba con la limpieza sin olvidar que cocinara la cena—indudablemente el miembro más importante de todo su escuadrón, se trataba de la niña con traje de bruja azul.