Llegada Al Palacio

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Soy de Rumanía, una chica que a sus 18 años fue, reclutada por el imperio otomano, para ser esclava de un magnate sultan, vi como mataron a mis padres, y acabaron con mi futuro prometido, con él que mis padres eligieron para casarme y nos enamoramos realmente, pero lo mataron el día que nos ibamos a casar, mi vestido de novia fue manchado de sangre, nos embarcaron en un barco rumbo al imperio otomano, yo intente escapar, me ataron a un poste del barco, antes muerta que servir para la persona que mato a mi familia, con los que pensé que habían acabado con mi vida, pero realmente, me espera un gran futuro, uno que jamás imagine, llegar a ser sultana.

Acompañenme a descubrir que pasará en mi vida, para llegar hasta ese puesto por las que todas las chicas luchan desde que llegan al palacio, hacer que el sultan caiga en sus redes, y eso haré, volveré loco al sultan y luego vengare la muerte de mis padres, esto no se quedará así. Estoy dormida y la pesadilla me invade, aquella imagen desgarradora de mis padres, me despiertan tirandome un balde de agua fría. A estas alturas no me importa nada, solo quiero llegar y vengarme de todos, mi pelo es color rojizo, mis ojos son marrones, mis labios parecen que siempre estuvieran pintados, mi piel es blanca pálida, que se puede ver casi mis venas azuladas, me han dicho que soy muy hermosa.
Llegamos al gran palacio, donde yo pondré en marcha mi plan, un hombre regordete, con una voz chillona llamado sumbul se dirige hacia nosotras.

S: bienvenidas señoritas al harem del sultan, donde con suerte y Belleza una será la sultana madre de un príncipe. Señoritas detrás de ustedes se encuentran sus camas y las cosas necesarias para que estén cómodas. Ubiquense en la cama que más les llame la atención, cabe decir que todas son iguales.
Todas hacemos caso, si yo quiero ejercer mi plan debo ser sumisa, los meseros traen comida, comemos muy bien, hasta ahora la comodidad ha sido buena, nos dieron vestimentas iguales, los guardias anuncian la llegada de la madre sultana al harem

G: ¡atención la madre sultana!
Sumbul nos ordena que nos pongamos de pie y por ningún motivo miremos a la madre sultana a los ojos. Por la puerta logro ver con el rabillo de mi ojo, una mujer con un hermoso vestido negro victoriano.

S: madre sultana, estas son las nuevas mercancías y regalos para su magestad
Nos exhibe ante la madre sultana. -  va usted a querer alguna para que sea su esclava personal.

Ms: claro que si Sumbul.
La matriarca se se pasea, y va levantando el rostro de algunas chicas, yo estoy aún mirando el piso, la mujer se para frente a mí, su presencia me hace temblar, mi corazón se acelera, me muero por ver el rostro de esta mujer, ella con sus suaves manos toca mi mentón y lo levanta, la mujer mira mis ojos, nuestras miradas conectan, ella aún tiene su mano en mi rostro, parece que hemos quedado hipnotizado por la belleza mutua, yo miraba su perfecto rostro y ella me escaneaba a mí.  Ella mira al rededor y quita su mano con rapidez.
Ms: señorita como se llama?
- larissa su magestad.
Ms: lindo nombre, tu belleza es abrumadora. ¡sumbul!

S: su magestad ordene.

Ms: quiero que la prepares y la lleves a los aposentos del sultán, a mi hijo seguro le gustará.

S: como usted diga su magestad.

La madre sultana se marcha, yo quedo fascinada, con su belleza, esos ojos hermosos, pero caigo en cuenta que lo que estoy pensando esta muy mal, es una obra del pecado.

S: anda muévete larissa, iras a los baños, las chicas te bañaran y te vestiran, después la gonul te pondrá joyas, prestadas, para que vayas hermosa mas de lo que eres ante nuestro sultán, si corres con suerte y quedas en embarazo, no tendrás que pasar tanto trabajo como las demás.

Empiezo a caminar hacia los baños, las chicas se bañan entre si, dos chicas están encargadas de bañarme, después de un reconfortante baño, la señorita gonul, la encargada de vigilarnos, me muestra un hermoso vestido rojo que de seguro lucirá bien en mi piel. Me enseña una joyas preciosa, mis ojos brillan llenos de ambición.
G: aún no te pondrás nada, la doctora te revisará.
Me hace sentar en una silla, aún estoy en toalla, llega una mujer de edad adulta, abre mis piernas abruptamente, yo hago fuerza con mis piernas para cerrarlas, la doctora pide que abra mis piernas pero yo no deseo, es para hacer un chequeo y asegurarse de proteger a su sultán, en ese momento llega la mano derecha de la madre sultana una mujer bastante adulta, veo que me resisto, ella abofetea mi mejilla, y clava sus uñas en mis piernas, haciendo fuerza para abrirlas, no tengo otra opción que ceder. La mujer me mira, y luego mira mi intimidad mientras la doctora me examina, me siento muy incómoda, la doctora termina rápido.

D: ella es apta para el sultán, posiblemente pronto le regale principes a su majestad.

No cargare en mi vientre el hijo del que mato a mis padres, los pasos fuertes de alguien, y un maullido, hace que mire hacía atrás, aún estoy con mis piernas abiertas, esta mujere aún clava sus uñas, la voz de la madre sultana retumba en la habitación.

Ms: ya fue revisada?

G: si su majestad, la doctora ha dicho que es apta para su majestad.

Ms: perfecto.
Escucho los pasos aproximarse, es la madre sultana y yo estoy aquí casi desnuda, la sultana se da cuenta de lo que esta haciendo su criada. -  sueltala afife.

A: lo siento, ella se estaba resistiendo y...
La madre sultana levanta su mano.
Ms: estabas lastimando su fina y joven piel. Ella pone su mano y acaricia donde antes estaba la mano de la tal afife.
Me da una mirada que no entiendo, y se marcha.

Mi Sultana. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora