Mi Sultana.

¿Es usted?

Estoy sentada en la cama, mi mente trata de asimilar lo que pasa y mis oídos lo que oyeron, escuché perfectamente su voz, su figura se refleja en en umbral de la puerta, pero hago una pregunta para confirmar.

- ¿Es usted?
Ni siquiera nombré su nombre porque ya lo tenía en mi cabeza retumbando y esa figura me dio la sensación de que ya sabía en quien pensaba.

Ms: si, soy yo.
Su respuesta no necesito más argumentos, su voz me lo confirmó, poco a poco salía de la oscuridad y con la luz de la luna que se colaba por la ventana su rostro se iluminó, se veía tan hermosa como la recuerdo, su andar ya no era tan imponente, ahora se acercaba como si su cuerpo quisiese pero su mente se lo reprocha, sus pasos son pausados, es como si lo pensara demasiado.

Yo estoy conciente de que aún es la madre Sultana así que me pongo de pie y hago reverencia ante esta divinidad que camina hacia mi, así como la primera vez, me quedo con el rostro bajo, ni siquiera la miro a los ojos, logro ver su vestido, ya está frente a mi.

Con sus manos frías toca mi mentón y lo levanta lentamente hasta que mis ojos dan con los suyos, aquellos que estaban perdidos pero tenían el brillo de las estrellas, sus manos temblaban de sus ojos brotaban lágrimas, ella puso sus manos en mi rostro, lo acarició y luego me abrazó lo hizo muy fuerte, la veo tan vulnerable y nerviosa, yo tardo en corresponder el abrazo pero de igual manera cuando salgo de mi trance  la abrazó con desesperó y empiezo a llorar, nos miramos a los ojos luego a nuestros labios y no lo pensamos mucho, juntamos nuestros corazones de nuevo, aquellos que estaban separados pero que nunca se dejaron de extrañar, su beso fue lento, pero poco a poco subió de nivel, nos fuimos sentando lentamente en la cama, ella bajo la tira de mi bata, dejando al descubierto mi clavícula y hombro, empezó dejando beso húmedos, subió por mi cuello y luego volvió a mis labios, me miró a los ojos.

Ms: extrañe cada rincón de ti, tu piel, tus besos.
Su respiración está un poco agitada.
- tenemos muchas cosas que hablar, tengo muchas preguntas, estoy confundida.
Ms: por supuesto que hablaremos.