A mi hijo le harán una ceremonia para subir al trono, ya han enterrado al sultán, así que a mi joven hijo le toca subir al trono, por suerte tiene su mano derecha y la guía de los pasha mas sabios, se que será un buen sultán, veo la ceremonia, todos gritan ¡larga vida a nuestro sultán! mi hijo se muestra ante el pueblo, yo veo todo desde lejos, la madre sultana no ha salido de sus aposentos, pero ya esta bien, la ceremonia termina y le hacen una gran celebración en el harem al nuevo sultán, hay bailes, todo es muy alegre parece que no hubo una muerte hace casi un mes, mi hijo así lo quiso ya que quería guardar luto, yo llego y me siento a su lado, el me sonríe.
M: madre, (habla cerca de mi oído) yo quiero que seas feliz, vete ahora a la casa de la playa con la abuela, y vuelve cuando todo acabe y te sientas lista para hacerlo, las puertas del palacio siempre estarán abiertas para cuando quieras volver, te mandare todo lo necesario para que estén bien y cómodas yo me inventare cualquier cosa cuando empiecen a preguntar por ti, el harem sigue a tus ordenes pero designare a alguien temporalmente, vete ahora que todos están distraídos con la fiesta, te quiero.
Mi hijo me da un beso en la frente, yo también le beso la frente y corro a los aposentos de la madre sultana, ella esta distraída mirando por la ventana, yo le pongo la mano en el hombro, ella ni siquiera se gira a verme.
Ms: ¿a que vienes? debes estar con tu hijo. - vengo a estar contigo, dile a tu criada que empaque, nos vamos a la casa de la playa, solo tu y yo, y buenos nuestras esclavas de entera confianza. Ms: ya lo sabe ¿verdad? - si, ya lo sabe todo y dejara que seamos felices hasta... ( trago en seco al recordar donde termina todo) Ms: dilo, hasta que yo muera (un silencio nos invade y veo una lagrima correr por su mejilla, yo me hinco delante de ella, tomo su mano y la beso)
- Todo va a estar bien, olvidemos eso y solo disfrutemos lo que nos queda.
Ella sentada y yo hincada, era la imagen de un amor que se mantuvo contra viento y marea, era la misericordia intacta, la misericordia que le suplicaba al contador de su vida que vuelva a reiniciar el tiempo y con mi cabeza reposando en sus piernas el viento que se colaba me recordaba que así de rápido marchaba el despiadado tiempo.
Por fin llegamos a la paz en una casa, no perdimos tiempo y directo a la habitación fuimos ella estaba acostada y yo tenia mi cabeza en su pecho, hicimos el amor, pero de la manera en que dos locos amantes de la literatura de los corazones saben hacer el amor, solo en silencio escuchando cada respiro del corazón latiente, ese amor donde no hay que despojarse de la ropa, solo hay que despojarse de las penas del alma y dejar que bailen libre al compas del viento, con suaves y sinceras caricias al alma nos decíamos cuanto nos amábamos sin necesidad de abrir nuestros labios, y en ese completo silencio nuestros cuerpos bailaron en los brazos del sueño hasta que volvió a amanecer, cada amanecer era un recordatorio que el tiempo no perdona nada y los atardeceres eran mi tortura por saber que pasaría al día siguiente.
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Mi Sultana.
FanficUna chica de belleza abrumadora con una familia humilde, fue raptada por los otomanos, la llevaron para ser la sirviente de el gran sultán, pero todo cambia cuando la madre sultana la toma como su esclava personal, ¿qué pasará? Seguirá siendo realme...