Envenenada

3.9K 300 2
                                    

Mis fosas nasales se inundan con un aroma insoportable, al punto de hacerme salir de mi desmayo y hacerme vomitar, empiezo a vomitar todo, y de nuevo caigo a la cama, a lo lejos puedo escuchar la charla de la doctora y el Sultán.

S: por qué vomito así de asqueroso?
D: fue envenenada.
S: pero quién se atreverá a envenenar a la madre de mi hijo y a mi hijo el futuro príncipe.
Dice en un tono molesto, él acaricia mi rostro.

S: tranquila estrella de mi harem, paloma mensajera de buenas noticias, todo está bien, yo me encargaré de protejerlos, y de hacer justicia.

Deja un beso en mi frente, de alguna manera me siento protegida en su regazo, caigo en los brazos del Morfeo.
Al despertar siento como mi bebé se mueve, de la emoción río muy fuerte, el Sultán despierta.

S: que pasó, estás bien?
- si, si,si el bebé se mueve, mira.
Tomó la mano del Sultán y la pongo en mi enorme panza, el sonríe al sentir como se mueve, de repente me besa en los labios.
S: buenos días. Sus ojos llamativos atrapan a los míos.
- buenos días Sultán.
Me pongo de pie, me despido del Sultán y me voy a mis aposentos.
Me doy un baño, y ahora mismo las criadas me ayudan a vestirme, estoy en mi bata casi transparente que siempre debe ir debajo el vestido, recuerdo que no se usa ropa interior, así que estoy prácticamente desnuda, solo cubierta por una delgada y fina tela transparente.
La puerta se abre, es la madre sultana.
Hacemos reverencia. Las criadas saben que me apena estar así casi desnuda, tratan de ayudarme a vestir rápido, pero la madre sultana les pide que salgan de inmediato, aún sigo en esta maldita telilla.
La madre sultana toma el vestido que me voy a poner, se agacha, lo pone a mis pies, yo entro al círculo que forma la tela, ella lentamente va subiendo con el vestido, es bastante cómodo y fácil de poner pero ella está tan lenta, siento su mirada subir por mi cuerpo al ritmo del vestido, se da la vuelta y me cierra el vestido, de nuevo se pone en frente de mí.

Ms: ni siquiera el embarazo ha desfigurado tu belleza. Sus ojos brillan, nuestras miradas están muy conectadas.

- gracias sultana.

Ms: tu cuerpo sigue tan apetecible como la primera vez.

Mi rostro sé sonroja. Ella lentamente se acerca pero se separa de golpe ya que la puerta se abre, es el Sultán, y su rostro indica que está demasiado molesto... No sé pero no me gusta como ha mirado a su madre.

Hey 👋 cómo están? Que piensan que está pasando?

Mi Sultana. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora