La última de los Fernández [Luis Miguel]

❝ Capitulo 1 ❞

—¡Hermana!—.

Solté de inmediato lo que tenía en la mano al escuchar la voz de Alejandro, me levanté rápidamente mientras tomaba la sabana que cubría el gran piano, salí de la habitación encontrándome con Alejandro.

—¿Que hacías allí dentro?—.

Sus ojos se fijaron en mí, sabía que tramaba algo, di un paso a la derecha, tratando de salir de esa situación, pero fue más rápido y me tomo de la cintura cargándome en su hombro.

—¡Bajame Alejandro!—.

Mis gritos comenzaron a sobra por toda la casa, los sirvientes solo nos miraban mientras negaban con una sonrisa en su rostro.

Trate de bajarme de su espalda pero fue imposible, Alejandro tenía más fuerza que yo, y encima de eso el hacia ejercicio casi todos los días.

—¿Que haces con la niña?—.

La voz de mí padre hizo que Alejandro me bajará de su hombro, sonrei victoriosa, no era por presumir pero mí padre me defendía más a mí ya que era la última de sus hijas, y la última de los Fernández.

—La atrapé en la habitación donde está el piano papá—.

—¡No hize nada!—.

Me defendí ganándome un codazo por parte de Alejandro, lleve mí mano a mí zona donde en había golpeado, suspiré, mí padre esperaba una respuesta y si me quedaba callada sería peor.

—Solo entre por qué estaba buscando algo que se me había perdido—.

Menti mostrándome confiada, ya que si me ponía nerviosa podría dudar de mí.

—¿Enserio es solo eso?—.

—Claro que si papá, o ¿Acaso no me crees?—.

Mí padre me dedico una sonrisa antes de asentir con la cabeza, lo despedí con la mano mientras veía como se iba con mamá, cuando ya no lo podía ver me di la vuelta mientras le mostraba el dedo medio a Alejandro.

—Otra vez te saliste con la tuya (TN)—.

Vicente llego a la sala comiendo un helado, negué mientras daba unos pasos para atrás sentándome en el sofá.

—Sabes como soy hermanito, no debes de repetirlo a casa rato—.

—(TN) ya no deberías entrar a esa habítacion, sabes que a papá no le gusta que entren allí—.

Junto a Vicente miramos a Alejandro con una mueca de asombro, el nunca seguía las reglas de papá, y ahora nos está diciendo que no entremos a la habitación donde está el piano.

—Alejandro, tu eres el menos indicado para decirme a qué lugar voy o no—.

Chocamos las manos con Vicente, el sabia que tenía razón, ambos reímos mientras Alejandro salía de la habitación histérico, reí aún mas seguida de la risa de Vicente.

—¿Que vas a hacer mañana (TN)?—.

—Creo que saldré con mis amigas, o no lose, talves me quedé en casa—.

—Deberias salir con tus amigas, siempre estás metida en tu habitación niña, si sigues así te dará depresión—.

Giré los ojos levantándome del sofa.

—Ya cállate version barata de papá si no quieres que me coma todo el helado que tienes en el refrigerador—.

Salí corriendo mientras reia, meterse con el helado de Vicente significaba peligro.

—¡(Tn) Fernández ven aquí ahora!—.