La última de los Fernández [Luis Miguel]

❝ Epilogo❞

Han pasado varios años desde que (tn) murio, hazan crecio con normalidad, aun el recuerdo de su madre le dolia muchisimo, y la extrañaba, hasta el dia de hoy a mi me duele, me duele no verla a mi lado, que cada vez que despierto su sonrisa no esta alli para iluminar mi dia, cada recuerdo es doloroso, por que las heridas vuelven a sangrar.

La familia de (tn) quiere que hazan se crie como una Fernandez, cosa que no permiti ni permitire, ya me arrebataron a mi hija una vez, no permitire que me la quiten de nuevo, ni mucho menos que la aparten de mi lado.

Hazan es casi el mismo retrato de su madre, ojos cafes, cabello oscuro, hasta tiene su misma sonrisa, lo unico que heredo de mi es el amor por la musica, en algunas ocasiones la eh escuchado cantar y para mi sorpresa, tiene una de las voces mas lindas que yo jamas eh escuchado.

Ahora hazan tiene 18 años, ya todo una mujer independiente y esta saliendo con un chico llamado diego, para ser sinceros ese muchacho me agrada para ella,  cada cumpleaños de (tn) va a su tumba, dejandole flores y hablandole sobre como le ha ido en su vida, hay veces que rompe en llanto, diciendo que le hace mucha falta, se me hace un nudo en la garganta cada que veo a mi hija de esa manera, pero no podemos hacer nada, la vida me arrebato a la segunda mujer que mas amaba en mi vida.

Nunca me imagine enamorarme de una fernandez, habia escuchado de ellos, pero no me imagine que terminaria por caer enamorado de su hija, no me arrepiento de eso, ya que por ella es que tengo a mi hija.

El dia estaba nublado, tan solo estaba yo, los demas estaban en el auto, esperando, suspire mirando su tumba, de tan solo leer su nombre todos los momentos que vivimos vienen a mi mente, y cada dia me culpo por haberla lastimado, me duele muchisimo el hecho de que no pude hacerla feliz, no antes de que muriera...

Me agache un poco, dejando caer aquella rosa blanca delante de su tumba, a ella le encantaban muchisimo, por eso siempre me encargaba de que ella tuviese una, en buen estado claro, un gran suspiro se escapo de mis labios, como desearia que esto no estuviese pasando.

-Las cosas no son faciles, no desde que te fuiste-.

Hable, sabia que ella me estaba esuchando, no literalmente, pero tenia esa sensación, cada ves que venia a verla.

Senti unas gotas en mi cabeza, estaria por llover, pero la verdad no me importaba, al fin y al cabo tan solo es agua.

-Te extraño-.

Entonces alli pense en como hubiese sido la vida si tan solo no hubiese cometido aquel error de engañarla, talvez ahora ella estaria en tratamiento, pero estaria conmigo y hazan, una lagrima resbalo por mi mejilla,la limpie rapidamente, levantandome, ya era hora de irme.

-Nunca deje de amarte, y nunca dejare de hacerlo-.

Fueron las ultimas palabras que dije antes de salir de alli, aun con aquel nudo en la garganta y aun pensando, ¿Como hubiese sido la vida si ella nos hubiese dicho sobre su enfermedad?.