La última de los Fernández [Luis Miguel]

❝ Capitulo 44 ❞

Junto a Luis caminábamos hasta donde estaba hazan, que al vernos corrió hacia nosotros, la tomé en mis brazos y bese su frente.

—Cariño hay alguien que quiero que veas—.

Luis Miguel salió detrás de mí y saludo a hazan, quien al verlo grito de emoción, reí y ella se fue a los brazos de el, quien la tomo de inmediato.

—Mami mira, es mi papi, mami!—.

Abrazo a Micky por el cuello, mientras le dio un beso en la mejilla, limpie alguna lágrimas que salieron de mis rostro, ver a Luis Miguel y a hazan, de verdad que me ponia sentimental.

—¿Mami ahora sí somos una familia?, Papi ya está con nosotros, ahora viviremos los tres felices—.

—Puede ser hija, pero ahora no pensemos en eso ¿Si?, Estamos aquí para divertirnos—.

—Yo me quedo con papá, para que no se valla—.

Luis Miguel sonrió.

—No me iré, te lo prometo—.

—¡Yupi!, Ahora si les diré a mis amigas que mí papi es el más guapo—.

Reí a carcajadas a escuchar lo que hazan dijo, pero de inmediato me calme, me tomé del brazo de Luis, la cabeza me dolió un poco, vivir con estos dolores de cabeza eran horrible.

—¿Estás bien? ¿Que te sucede?—.

—No es nada malo, es solo un dolor de cabeza—.

—¿Entonces no es nada de que preocuparse?—.

—Claro que no, ya me pasó, ahora vamos, que luego se nos hará tarde y no disfrutaremos la noche—.

El me ofreció su brazo libre, lo tome y ambos caminabamos mientras veiamos los espectáculos que habían allí.

Horas más tarde.

—Se quedó dormida—.

Mire a hazan, durmiendo plácidamente en los brazos de Luis, sonreí, nunca antes se habia dormido tan profundamente.

—Hoy fue un día muy activo para ella, nunca antes había jugado tanto—.

—Me alegra oír eso, por lo menos se que ella no me odia, así podré ir acercandome más—.

—El odio es un sentimiento muy feo, y no quiero que mí hija tenga eso en su corazón, mí padre siempre me lo dijo, y ahora yo se lo digo a ella—.

—Y estás en lo correcto, hazan está en la edad en la que aprende de todo, cual es lo bueno y cuál es lo malo, así que debemos enseñarle todo eso—.

—Durante estos años se lo eh enseñado, y creo que si entendió—.

—La has criado muy bien, es una nila muy dulce, se ve que está teniendo una infancia muy bonita—.

—He hecho lo mejor que puedo, y ahora que tu estás aquí, me debes de ayudar, yo ya eh cumplido hasta ahora—.

—Si lo se, yo te ayudaré, y sabes que, desde mañana empezare, cuando vuelva del concierto, eso si me lo permites—.

—Claro que si Micky, eres el papá de hazan, además ella está demasiado emocionada con ello, creo que me harías un favor si estás con ella el resto de su vida—.

—Estare con ustedes el resto de mí vida, y de las suyas—.

Paramos en la puerta de mí casa, tome a hazan en brazos y el me sonrió.

—Buena suerte en tu concierto Micky, que te valla muy bien—.

Me acerque a el, depositando un beso en sus labios.

—Descansen, las amo—.

Nos despedimos, el se fue y yo entre a la casa con hazan en brazos.