❝ Capitulo 41 ❞

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—¿Hazan ya estás lista?—.

Hablé un poco alto para que ella me escuchará, cerré mí maleta y la dejé sobre la cama, salí de mí habítacion y fui a la de mí hija.

—¡Mami! Estaba empecando, pero aun no se que llevar—.

—Hija, no lleves muchas cosas, volveremos en unos días ¿Si?, Ahora ven que debo vestirte, no viajaras en pijama—.

—Pelo a mí me gusta mami—.

—Se que te gusta mucho tu pijama mí amor, pero debemos cambiarte ¿Si?, A ver—saque un conjunto de su armario y se lo puse—Ven debemos desayunar—.

La tomé en mís brazos y amabas fuimos a la cocina, la dejé en su silla, y fui por platos para servirle.

—¿Conoceré a papá?—.

—Talves cariño, no te puedo prometer nada, pero hare todo lo posible ¿Si?—.

—¡Si mami!, Ya quiero abrazar a papi—.

Sonreí, le puse su plato y ella empezó a comer mientras cantaba una canción, me servía también y me senté a su lado, mientras la miraba de que comiese todo.

Cuando terminamos dejamos los platos en el lavabo, tome las maletas y salimos de la casa.

—¿Iremos en el auto?—.

—No hija, esta vez iremos en avión, ya que el viaje es muy largo—.

—Esta bien mami—.

El taxi llego, subí las maletas en la cajuela, tome a hazan en mis brazos y subimos a los asientos traseros.

—Al aeropuerto por favor—.

Hazan se acurruco en mis brazos, bese su cabeza, mientras la hacia ver por la ventana, esa era una de las cosas que más le gustaba hacer, ella me iba contando lo que había hecho en la escuela en la semana.

A los pocos minutos llegamos al aeropuerto, nos bajamos no sin antes cancelar, hazan tomo su pequeña maleta y la jalo, con su mano libre tomo mi mano y camino a mí lado, fuimos a la sala de espera, por suerte había comprado los boletos antes.

—Mami me compras algo por favor—.

Mire la hora en mí reloj, aun nos quedaba un poco de tiempo.

—Esta bien, pero vamos rapidísimo—.

Ella sonrió, nos fuimos a una de las tiendas que estaban allí cerca, le compré una bolsa de gomitas de varios sabores, luego escuché que nuestro vuelo estaba a punto de salir, tome a hazan y nos fuimos para abordar, por suerte lo hicimos, colocamos nuestras maletas en su lugar y nos sentamos.

—Trata de dormír ¿Si?, Este viaje sera largo, y será mejor que duermas, yo te levanto en cuanto lleguemos—.

—Si mami, ya quiero ver a papá—.

Ella se recosto en mis piernas, acaricié su cabello, espero que Luis quiera ver a hazan.

30 horas de vuelo después.

—Hazan, hija, despierta ya llegamos—.

Ella se levantó, tallo sus ojos y me miró.

—¿Ya llegamos mami?—.

Asenti.

—Vamos hija, debemos bajarnos, te comprare algo para que desayunes ¿Si?, Y luego en casa podrás seguir durmiendo si quieres—

—Si mami—.

Nos bajamos del avión, todo sigue igual desde que me fui de aquí, una pequeña sonrisa de formo en mí rostro, nuevamente en México, donde empezó todo.

Capítulos finales.

La última de los Fernández [Luis Miguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora