❝ Capitulo 2 ❞

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Estabamos todos en la mesa, comiendo en silencio, Alejandro estaba a mí lado derecho, Gerardo en el izquierdo, Alejandra frente de mí y a su lado Vicente, en la cabecera estaba mí padre, y en la otra cabecera mí madre.

—Mamá quiero pedirte permiso, mañana saldre con mis amigas—.

Al decir esto todas las miradas se dirigieron a mí, escuché como Alejandro se comenzó a ahogar con la comida, mí padre le dio unas leves palmadas en la espalda.

—¿Con tus amigas? ¿Mujeres? ¿Habrán hombres?—.

Gire los ojos a escucharlo.

—Papá Alejandro está actuando como mí padre cuando no lo es, dile algo ¿No?—.

El ruido comenzó ya que Gerardo comenzó a defenderme, mientras que Alejandro lo contradecía, mí padre trataba de calmarlos.

—¡Ya callense!—.

Me levanté de golpe haciendo que mí silla cayese de espaldas, todos me miraron sorprendidos, ya que siempre estoy de buen humor, pero en este caso ya me enoje.

—Papá solo diré que mañana saldré con mis amigas—mire a Alejandro—Y tu no me dirás nada, y ya se me quito el apetito, me voy a dormir, buenas noches—.

—¿Dormír a las 5 de la tarde?—.

—¡Si!—.

Sin más que decir salí del comedor en dirección a mí habítacion, cerré con seguro en caso de que alguien quiera entrar.

Saque mí guitarra, en regalo de mí padre, para mis 17 años, ahora que tengo 21 aún sigue en buen estado, una de mis pasiones es la música, me encanta cantar, al igual que mí padre y mí hermano Alejandro.

Desde muy joven viví en el mundo del espectáculo gracias a mí padre, el gran Vicente Fernández, y mucho más a Alejandro el segundo cantante de la familia, siempre han estado para pendientes de nuestra vida, del mínimo detalle, obviamente mis hermanos han tenido algúno que otro inconveniente, en cambio yo no le eh dado motivos de que hablar, permanecía en el anónimato, y me mantendría así toda mí vida o eso espero.

Vivimos en ciudad de México, bueno o eso tengo conocimiento desde que nací, Gerardo me comentó que antes vivían en otro lugar, no entro en detalles, aunque lo rogue por una semana entera sin descansar.

Deje la guitarra en su lugar, y me acoste en mí cama, mirando al techo, era tan relajante estar así, tan tranquilo, cerre mis ojos disfrutando del silencio de la habitación, pero esto de vio interrumpido ya que alguien tocó la puerta.

Me incorpore en mí cama lentamente mientras me tapaba los pies.

—¿Quien es?—.

Hablé un poco bajo para que la persona que estuviera del otro lado pudiera escucharme.

—Soy mamá (tn) abre—.

Me levanté con un poco de pereza de la cama, y abri la puerta, mí madre tenía con ella una bandeja.

—Por venir a tu habítacion no comiste el postre hija, y este es tu favorito—.

—Gracias mamá, había olvidado que nos daban postre—.

Tome la bandeja de sus manos dejandola en la mesa que tenía en mí habítacion, ella se sentó en mí cama mientras yo tomaba mí silla del tocador.

—Te tengo una sorpresa hija—.

—¿Cuál?—.

Pregunte mientras me llevaba un bocado de aquel postre, que para mí suerte era mí favorito.

—Alejandro te va a llevar a su gira, bueno se supone que el mismo te lo diría pero no me aguante la ganas de decírtelo—.

Solté la cuchara y mire a mí mamá sorprendida, ella solo me veía sonriendo.

—¿Enserio mamá?—asintio—¡Oh por dios! Iré a la gira con mí hermano—.

Salte emocionada por toda la habitación, siempre quise acompañar a Alejandro a una de sus giras, y ahora por fin iré.


La última de los Fernández [Luis Miguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora