❝ Capitulo 34 ❞

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~Meses más tarde~

—¿¡Quien es la niña más hermosa del mundo!?—.

La voz de Alejandro hizo que todos rieramos, mire como alzaba a mí hija en sus brazos, sonreí de lado, nunca pensé ver a Alejandro de esa manera.

La voz de Alejandro hizo que todos rieramos, mire como alzaba a mí hija en sus brazos, sonreí de lado, nunca pensé ver a Alejandro de esa manera

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—No puede creer que seas así—hablo mí padre—Ni siquiera cuando nació (TN) fuiste así—.

—Eso ya es cosa del pasado, además ella es mí primera sobrina—.

—Excusa barata, excusa barata—.

Grito Vicente mientras le arrebataba a mí hija de los brazos de Alejandro.

—Es muy bonita, además de sus hermosos ojos verdes—.

Desde aquella noche en la que me enteré del engaño de Luis, no lo eh vuelto a ver, ni siquiera eh vuelto a escuchar su nombre, samara me dijo que el estaba saliendo con una modelo, la verdad no dije nada, el debía hacer su vida, como yo empecé la mía desde cero, lejos de el, lo único que me recordaba a Luis era Hazan, mí hija, sus ojos verdes eran idénticos a los de Luis, hasta la forma de la nariz.

Hazan era un vivo retrato de Luis Miguel.

—Esta noche saldré, ¿Alejandro podrías cuidar a hazan?—.

El asintió.

—Claro, sabes que ella es como mí hija—.

—Gracias, ire a cambiarla y le dare de comer, así no te molestara mucho—.

Tome a hazan en mis brazos y subi a mí habítacion, lo único bueno que me dejo Luis fue a mi hija, la recosté en la cama con cuidado, mientras tomaba un nuevo conjunto de ropa.

—Mirate que tranquila estas mi vida, eres un muñeca preciosa—.

Ella parecio entender ya que sonrio, elevando sus pequeñas piernas, rei al verla así.

—Hoy mami tiene un evento muy importante, así que te quedaras con tu tío Alejandro, el te va a cuidar hasta que yo vuelva—.

Termine de cambiarla, tome un poco de la leche que le preparaba y la coloque en su biberón, la tomé en mis brazos y comenzé a darle de comer.

—Mi pequeña, siempre estaré cuidándote, en donde sea que este, te quiero mucho mí niña, la luz de mí vida—.

Bese su cabecita, sintiendo como ponía su pequeña mano sobre la mia, la tomé con delicadeza dándole un beso.

[...]

Me rocíe un poco de perfume mirándome en el espejo, llevaba un vestido negro, más arriba de mis rodillas, pegado a mí cuerpo, y además de que dejaba mis hombros al descubierto, después de tener a hazan mi cuerpo había regresado a como era antes o mejor.

Salí de mí habítacion, cerrando la puerta lentamente para que hazan no se levantara, baje a la sala encontrándome con Alejandro.

—Ella está dormida, así que no creo que se despierte hasta mañana, así que no tendrás que hacerla dormír—.

—Claro, tu ve tranquila, yo cuídare a hazan—.

Sonreí y salí de mí casa, me subí a mí auto y fui a la fiesta de Miguel, hoy era su cumpleaños, y como su amiga no debía faltar, estacione el auto fuera de su casa, desde aquí se escuchaba la música, hoy Luis Miguel, en esta noche, será mí venganza.

La última de los Fernández [Luis Miguel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora