Acto 11

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—Hay una forma en que Ellen-san puede recuperar sus manos, Shin.

Había pasado un par de días desde que Nia finalmente pudo ser liberada. Con el tiempo su mente trabajó en recuperar los recuerdos de aquellos días, y con ayuda de <RASIEL>, se dio cuenta de la verdad tras esos sentimientos que habían nacido para desplazar a los de su único y verdadero amor.

Las mentes de todas ellas crearon una imagen ideal de su "Shidou", de tal forma que sus sentimientos jamás se despegaron de él. Ahora ella entendía muy bien porque le dolió ser tratada de esa forma aquella vez que se reencontraron. Jugaron con sus mentes como con sus corazones y eso no se iba a quedar en una simples palabras de odio, irían por él.

Antes de que pudieran comenzar con su plan para salvar a las chicas, Reine-san apareció junto a Karen quienes tenían que hablar con ambos. El tema que decidieron tratar fue Ellen quien durante mucho tiempo había estado bajo el cuidado de Shidou quien ya se había encariñado con ella para sopresa de la Mangaka.

Tanto Karen como Reine llegaron a la conclusión de que los poderes de Kotori podían pasarse a Ellen de manera momentánea lo que permitiría la regeneración de sus extremidades faltantes. Era arriesgado, pero era lo mejor que María pudo conseguirles.

—Si logras pasar una fracción del poder sellado de tu hermana, Ellen podrá usarlo para regenerar sus manos—explicaba Karen en un tono serio, pero lleno de esperanza.

—Sé que conoces lo que Mío y yo hicimos en el pasado, pero puedo asegurarte que después de que sellaras el poder de Kotori, el Sephira ha sido purificado, por lo que no hay riesgo de que este absorba a Ellen.

—¿Y sí sucede lo de Sawa de nuevo? ¿Y sí Ellen-san no soporta incluso el Sephira en su estado más puro?

Reine comprendía que Shidou estuviera preocupado, después de todo amaba a Ellen y estar con ella en todo este tiempo los ha unido más que nunca.

—Sí eso pasa, yo daré mi vida para que ella viva—declaró Reine con seriedad y sin ninguna duda en su voz.

Shidou estuvo a punto de protestar, pero la mano de Nia sobre la suya lo detuvo.

—Chico... —tal vez dudaba un poco, pero saber quién era Reine y lo mucho en que ella se arrepentía por lo que hizo le daba seguridad para confiar en ella—. No sé mucho sobre los espíritus como mi "madre" o como tú, después de todo <RASIEL> no conoce todo, pero puedo asegurarte que nada malo sucederá con Ellen-chi.

La mirada de Nia mostraba que confiaba en la mujer que la convirtió en espíritu. Karen también confiaba en ella, incluso cuando era Reine (Mío) la mujer a la que Elliot amaba.

—Shin... Confía en mí, por favor.
Luego estaba la mirada suplicante de Reine. Ella quería reparar todo el daño causado por su llegada. Tenía miedo de que algo malo pasara y la perdiera para siempre. De repente Reine se acercó a él y parándose sobre las puntas de sus pies logró darle un tierno beso en sus labios que logró tranquilzar su preocupado corazón.

—Seguiré aquí, Shin... No volveré a irme.

—Lo sé.

—¡Muy bien! —gritó Nia con emoción mientras mostraba un teléfono que los grababa a ambos—. Ya tengo más material para mí siguiente manga, pero además estoy orgulloso de que Mío... Perdón, quiero decir Reine, nos acompañe como una más a la lista de futuras esposas que te aman.

—¿Ellen también entra en esa lista? —preguntó Karen con la misma actitud serena de siempre.

—Ellen-chi ya la había incluído, es la Onee-san Tsundere que nos faltaba.

De un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora