—Así que este es el final...
—Mío-san... ¿Sucede algo?
—No, sólo pensaba en lo mucho que mi hermana menor ha cambiado en estos últimos meses. Lo mucho que todos ellos han cambiado.
—¿Irás a ayudarlos?
—Sí... Creo que lo haré.
•
Ataque tras ataque, la sangre de ambos Itsuka quedaba derramada por el suelo mientras ambos buscaban una apertura para así acabar con el otro. Esta ya no era una lucha del bien o el mal, este combate definiría quien tenía razón todo este tiempo.
—¡¿Acaso crees que ellas seguirán para siempre a tu lado?! ¡¿Acaso crees que ellas te seguirán siendo fieles?! ¡Los dos sabemos que sólo una nos ha sido fiel! ¡Sabes que su juicio divino será el punto de inflexión para terminar de una vez con este ciclo sinfín!
Ambas espadas chocaban con gran poder. Mugenjin, pese a ser una espada japonesa muy delgada, podía enviar una gran cantidad de [REIRYOKU] a través de la hoja con lo cual podía desviar todo el poder de [NAMEHAH] evitando así sufrir otra embestida de energía como las que Tohka solía mandar cuando perdía el control producto de aquellas emociones negativas que tanto la atormentaban.
—¡Este es el jodido final! ¡Es el último acto! —exclamó el corrompido Itsuka con una risa maníaca denotando la pérdida de su cordura tras años de viajar a través del tiempo y el espacio con el fin de vengarse de todas las chicas en todos los infinitos mundos—. ¡Mayuri hará su juicio y este mundo será reformado!
Una gran ira explotó dentro el corazón de Shidou. Su corazón jamás olvidaría a esa chica que por unos instantes supo conocer la felicidad brindada por el amor de las chicas hacia él. En ese entonces no pudo hacer nada para impedir su cruel destino. El fuego de su corazón se desbordó como el agua de un caldero hirviendo.
—¡Quita su bello nombre de tu maldita boca! —exclamó él mientras desviaba con su mano desnuda aquella espada bañads en [REIRYOKU].
—¡...!
El otro Itsuka apenas pudo reaccionar recibiendo así un golpe tan fuerte que provocó que la sangre saliera por la comisura de su boca.
—¡Ya me harté de tus palabras! —exclamó Shidou con enojo para así quebrar la espada de su otro yo—. Ya me harté de escuchar como justificado tu jodido odio por algo que no pudiste resolver.
Golpe tras golpe; el corrompido Itsuka Shidou apenas y pudo procesar lo que estaba sucediendo. Su mente no recordaba haberse topada con algún otro yo tan terco como el que tenía en frente. Por primera vez en mucho tiempo sentía el dolor que recorría cada fibra de su cuerpo ante la incesante cantidad de golpes que llovían sobre su cuerpo.
Hasta hace unos momentos él se mantuvo al par de él, pero ahora apenas y podía centrarse en usar sus poderes. Debió darse una idea de que todo esto sería diferente una vez Ellen llegó a su lado, pero ella no pudo ser el detonante para un cambio tan drástico. Existía algo más que él no supo, alguien que cambió su mundo desde su llegada.
Sólo hasta ser derribado en el suelo fue que entendió todo.
—Así que la zorra de Elliott fue quien cambió todo—masculló antes de escupir más sangre al suelo—. Debí haberla violado cuando tuve la oportunidad...
—¡Hijo de puta! —una vez más Shidou se abalanzó sobre su otro yo descargando toda su ira en su rostro, aquel que era igual al suyo, pero que no reflejaba ese cariño que las chicas vieron en el suyo propio.
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De un corazón roto
FanficShidou se resigna a luchar por los corazones de los espíritus dejando que otro ocupe su lugar, pero dentro de él, su corazón no puede olvidarlas. No todo es lo que parece y aquel sujeto que juró amarlas oculta más cosas detrás de lo que él puede ver...