Último Acto: Nuestra Cita II

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—Ya inició...

—¿Qué inició, Mío-san?

—La reformación que el otro Shidou creó al llegar a este mundo, el nacimiento de un Dios en toda la extensión de la palabra.

—¡...!

Todas las chicas guardaron silencio apenas escucharon la información que Mío les otorgó. El tiempo, que antes era su aliado, las abandonó en esta lucha que debía concluir antes de que el fin del mundo se volviera una realidad que las consumiría a todas.

—Deben cambiarse cuanto antes—ordenó Mío de forma similar a cuando Reine lo hacía en la [FRAXINUS]—. Iré por el cuerpo de Karen, puede que tenga una solución para esto.

—¿De qué hablas? —preguntó Nia con una voz intranquila—. ¿Qué harás con el cuerpo de Karen-san?

—Tienes a <RASIEL> completo, ¿no es así? Creo que puedes averiguarlo por tu cuenta—aquella respuesta que le regaló Mío a su hija provocó la risa de Hibiki quien se ganó varios golpes por parte las de NIBELCOL que acompañaban a Nia quien ahora figuraba como su figura materna para su deleite—. Creo que serás una buena madre, aunque deberías dejar de beber alcohol por un tiempo.

—¿Eh? ¿A qué viene eso?

—Nos vemos... Tengo que ir a hablar con mi hijo—dijo de forma juguetona el espíritu de origen antes de acercarse a Elliot para darle así un tierno beso en la mejilla—. Gracias por no ordenar la eliminación de Shidou, espero puedas encontrar el amor de tu vida muy pronto.

—Mío-san...

Y así, en un abrir y cerrar de ojos, el cuerpo del espíritu de origen se desvaneció en el aire para sorpresa de una muy sorprendida Asuka quien tenía sobre una mesa vestidos y tacones que las chicas usarían para su plan.

—¿Por qué todos los albinos son casi un Dios encarnado? —se quejó la capitana mientras tomaba un par de sandalias de tacón para medirlas y así asignarlas a la chica correcta. Tenía que darle un elogio al joven Itsuka, el saber de esto era algo que muy pocas personas llegaban a conocer en verdad y él era toda una eminencia a la hora de hablar de ropa de mujer—. Me preguntó cómo se vería mi esposo con ellas...

—Muy bien chicas, debemos alistarnos para salvar al chico de su propia destrucción.

—¡Sí!

Las chicas finalmente lograron obtener las prendas que usarían. Debido al calor, ninguna optó por ropa cerrada o muy llamativa como era el caso de los trajes de conejitas que Miku solicitó en caso de ser requeridos. Todas, incluídas las NIBELCOL, se cambiaron de trajes que les fueron suministrados por las pocas tiendas locales que no cerraron durante esta crisis.

Dentro de un vestuario improvisado, la primera en salir fue Tohka quien llevaba un vestido blanco de tiras cuyo largo dejaba ver sus bien formados muslos. Sumado a eso, unas sandalias de tacón de tiras delgadas lograban añadir un estilo mucho más formal sin perder aquella inocencia que la caracteriza. Sus uñas, pintadas por su hermana Tenka y su madre Reine, eran de un bello rosa pastel que hacía juego con el color de sus labios. Ante los ojos de Shikinami y Elliot, sencillamente lograría su tarea.

—¿C-Cómo me veo? —preguntó de manera tímida [PRINCESS] antes de recibir una respuesta muy positiva por parte de María, Marina y Miku.

—Según mis cálculos, eres demasiado adorable para este mundo—contestó la antigua IA de la nave quien elevó su pulgar en señal de aprobación.

—Muy linda, seguro Shidou no dudará en besarte—expresó Marina con un tono calmado mientras dejaba que dos de las NIBELCOL se acurrucaran a su lado.

De un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora