Último Acto: Nuestra Cita III

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Nuestra Cita III

—¡No dejaré que destruyas este mundo!

—¡Ataca con todo!

Takamiya Mío finalmente pudo ganar algo de tiempo. Su habilidad con la espada, lejos de ser igual a la de su hijo, era igual de decente que la de Tenka quien se encontraba aún en el puesto de avanzada que AST estableció tan pronto DEM entró en combate con los espíritus renegados.

El choque de ambas hojas, resonando a través de las ruinas del distrito, eran escuchadas por aquellas mujeres que se integraron al grupo de ataque de la JSDF para lidiar con la aparición de esos seres místicos que solían llevar el desastre consigo. A escasos metros de ella y liderando la defensa más importante desde el amanecer, su capitana veía las posiciones de combate que el corrompido Itsuka tomaba.

Dentro de todo esto, desde la gestación de traición que lo orilló a separarse de las chicas, una esperanza comenzaba a nacer con el retorno de los espíritus al bando de <RATATOSKR>. Agradecía la presencia de las subordinadas de Kusakabe, después de todo ya no tenía que lidiar con las explicaciones del por qué los espíritus a los que debían cazar ahora se encontraban de su lado.

Viendo una apertura, Soryu se lanzó de inmediato a la vez que muchas ráfagas de energía salían disparadas hacia su posición. Esto tomó por sorpresa a Mío, pero no tardó en entender su idea separándose así de su hijo para presenciar como lo tomó por la espalda.

—Parecer ser que has tomado un gusto por mi cuerpo—declaró 'Shidou' en un tono sombrío—. Eres una mujer con tendencias suicidas.

—Ya me lo han dicho—masculló la capitana antes de usar una granada la cual enterró en el costado derecho del Itsuka. Apenas y tuvo unos segundos para salir de ahí antes de que su oponente recibiera una lluvia de ráfagas que dejaron su cuerpo como coladera antes de ser envuelto en una explosión que levantó una gran cantidad de escombro—. ¡Maldición! ¡Debí pensar esto un poco más!

Dicho ataque lejos de causarle daño al joven Itsuka lo llevó a un punto donde los ángeles que posee salieron a flote dejando presenciar su adaptación a los poderes que antes había sellado. Esto se encontraba fuera de los parámetros analizados en su momento por Kotori y <MARÍA>. Se suponía que esto provocaría un estrés en su cuerpo orillándolo a perder el control del <REIRYOKO>.

Tras que el humo se disipó, pudo ver mejor el estado en el que Itsuka Shidou se encontraba. Tanto ella como Mío se quedaron absortas por lo que veían notando entonces unas sombras en el piso de dónde los cuerpos de las chicas salían.

—Las sombras de [NIGHTMARE]... Maldición y pensar que ahora ellas siguen con ese plan.

—¡Ataca, 'Tobichii Origami'! —la sombra que Shidou invocó tomó la forma inversa de Origami quien atacó en dirección de Soryu quien fue salvada por una agotada Mana que volvió a unirse al combate—. Debí haberte eliminado antes de que ellas llegaran...

—¡Eres un idiota si crees que me dejaré matar! —exclamó Mana antes de escupir sangre.

—¡Mana-san!

—Mierda... Olvidé que mi cuerpo aún no está del todo sano.

—¡'Kotori'!

—¡...!

La figura de la comandate apareció en el cielo. Aquel vestido blanco se transformó en uno oscuro y cargado de una llamas azules cuya luz se veía apagada. Antes de poder ser tocadas por la alabarda, una ráfaga de energía impactó de lleno al cuerpo falso creado por el rencor de la idea que el otro Shidou plantó en el real.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2023 ⏰

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