Capítulo 9.

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No quería demostrar importancia hacia Callum, quería que se diese cuenta que no me interesa nada de él, nunca me importará en mi vida. Su personalidad es tan arrogante y llena de ego que me desagrada el simple hecho de estar cerca de él, su novia Kim es igual, cree que por ser una chica hermosa tiene derecho a ser superior al resto, pero nunca podrá ser superior a mí, nunca.

—No es de tu interés, el hecho que seamos compañeros de habitación no te da el derecho a saber que hago y que no hago. ¿Entendido?— Le dije algo molesto, no necesito a alguien que me esté controlando y menos un desconocido como él.

—Por favor deja de lloriquear, pareces una nena. Para la próxima te pondré un vestido y veré si te callas de esa manera, ¿Entendido?—Seguíamos caminando hasta el aparcamiento, no puedo creer que me subiré a su auto nuevamente, odio esta supuesta cercanía que nos llevará a un lazo de amistad, o al menos eso espero.

—Que desagradable eres, ¿Acaso no sabes ser más simpático?, quizás unas sonrisas o algún chiste idiota que tengas escondido, qué se yo—Levanté las manos, necesitaba que fuese más simpático o no llegaríamos a ningún lugar con nuestra amistad, la gente amargada no entra en mi vida.

—¿Me ves cara de payaso?, por lo que se no me dedico a eso—Puso cara de pocos amigos mientras subíamos al auto.—No tengo ganas de sonreírte luego de que interrumpiste mi polvo con Kim, aprende a avisar.

La sangre me comenzaba a arder poco a poco, su comentario fue inadecuado para mi poco temperamento —¿Cómo te atreves a decir algo como eso?, primero deberías respetar la comunión que tenemos, ¡quizás nos podemos odiar desde el primer momento en que nos vimos pero eso no te da el derecho a acostarte con alguien en nuestra habitación!—Sentí como comenzaba a elevar la voz— Maldito cretino, a ti no debo avisarte de nada, no eres nadie para mí—Solté con rabia— Ni sé por qué estoy en tu coche contigo, quizás cuantas veces te acostaste con la asquerosa de tu novia —Me crucé de brazos.

Estaba atónito, podía sentir lo incómodo que estaba con todo lo que le dije pero no iba a guardármelo. Habían cosas que me molestaban siempre y planeo decirlas en el preciso instante, Callum me había faltado el respeto llevando a Kim hasta nuestra habitación y luego acostarse con ella, no fue una escena digna de apreciar e incluso me dio asco ver las tetas de Kim. Llegamos hasta el mismo lugar dónde habíamos ido con Darren el día anterior pero esta vez estaba mucho más lleno y se notaba por el simple hecho de que la barra donde se servían los tragos estaba repleta.

Nos sentamos en una esquina de la barra y me miró, quizás iba a soltar algún insulto pero no, me equivocaba.

—Tienes carácter, no me lo esperaba de ti—Dijo mientras le daba un sorbo a su cerveza.

—¿Esperabas a que no te dijese nada después de verte teniendo sexo con tu novia?, estás equivocado—Bebí de mi soda.

—Aún no logro verle el problema a tener sexo en mi habitación.—Su tono de voz era desinteresado, obviamente le dará lo mismo, es su personalidad narcisista.

—Ese es el problema, no es tan sólo tu habitación, es nuestra—Estoy seguro de que eso sonó raro, no como debería haber sonado.

—Que llorón saliste Damm—Puso los ojos en blanco y volvió a tomar de su cerveza

—Lo único que te pido es empatía, nada más que empatía—Arreglé mi cabello, comenzaba a ponerme nervioso.

—No suelo ser empático, y no me pidas que lo sea contigo. Recién te conozco hace dos semanas—Gruñó.

Bebí lo que quedaba de mí soda—Entonces que te jodan, quiero volver al campus.

—No te irás hasta que beba mi cerveza, no soy el chófer de nadie—Tomó nuevamente de su bebida, lo hacía lentamente. Sus labios mojados se veían tan excitantes que fue inevitable no lamer los míos.

—No pienso esperarte—Agarré mi chaqueta y salí rápidamente del lugar, no podía ir caminando hasta el campus así que tendré que esperar un taxi.

—Mierda—Susurró saliendo a mi búsqueda.

—No te acerques, no quiero tener amigos como tú—Lo detuve con la palma de la mano.

—Está bien, tú ganas. Seremos amigos pero con mis reglas—Se cruzó de brazos y levantó una ceja.

No podía decir "Sí" de inmediato, tenía que saber a lo que me arriesgaría—Depende, ¿Cuáles son tus reglas?—Me mordí el labio, estoy seguro que sus reglas serán duras.

—Primero, no puedes entrar a la habitación sin antes preguntar quién está dentro—"Que fastidio", pensé— Segundo, me gusta que mires mientras me cambio de ropa así que tienes permiso para mirar todo lo que quieras—Maldita sea, creí que no se fijaría en eso nunca—Tercero, cuando te invite a una fiesta en la casa de fraternidad debes asistir y quedar tan colado como yo— ¿Y quién manejará de vuelta?— Y cuarta, me gusta que tengas tu carácter así que deberás conservarlo. ¿Te quedó claro?

No podía decir que no, necesitaba tener una buena relación con él por lo tanto no me quedaba otra que aceptar sus términos.

—Trato hecho—Me extendió la mano y se la estreché.

Que comience el juego.

 ***

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ATTE: WINTER.

Limerence.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora