Capítulo 20.

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                                                                                                Callum.

"Maldición, maldición, maldición", no paraba de repetir aquellas palabras en mi mente mientras veía como Damm expulsaba el humo de su cigarrillo. El silencio se tornó incómodo y estaba a punto de pararme e irme, es lo único que quería en estos momentos. No hay nada que odie más en ésta puta vida que los asquerosos silencios incómodos, mis ojos se fijaron en la luna y dejé escapar un leve suspiro, necesitaba tranquilizar mis pensamientos o lo más probable es que vuelva a decir una tontería como la de hace unos minutos.

—Me tengo que ir—Solté.

Levantó una ceja y botó el cigarrillo, cuando fumaba se veía extraño, se veía ¿Atractivo?

— ¿Por qué?, no hemos terminado de conversar.

—Claro que si lo hemos hecho—Carraspeé un poco y abroché mi chaqueta de cuero, me puse de pie y lo miré directamente a los ojos. —Sé que eres una persona discreta, que no vas a correr dónde tu grupo de inadaptados y contarles lo que acaba de suceder—Mi tono de voz era neutro, pero mi mirada era completamente seria, no podía arriesgarme a quedar como el marica frente a toda la universidad.

—Eres un maldito imbécil— ¿Por qué carajos siempre está a la defensiva?, odio que se enoje con tanta facilidad.

—Pero qué mierda te pasa—Abrí los ojos como plato, su humor era tan frágil como una pieza de porcelana.

—Tú me pasas, deberías pensar aún que sea un poco de que no soy la clase de personas que ventila sus cosas, al menos yo no.—Aquí vamos, ahora atacará a Kim— En cambio, la asquerosa de tu novia ventila sus malditos secretos con medio mundo. Eso sí debería preocuparte, lo único que falta es que diga que tienes el miembro pequeño. —Se tapó la boca sorprendido de sus propias palabras.

—Sólo te estaba tomando el pelo—Puse los ojos en blanco—Te alteras con mucha facilidad, y es en ese momento cuando la broma se torna divertida—Me crucé de brazos mirándolo—Me divierte la rabia que te da hablar de Kim, al parecer su nombre te provoca alergia.

— ¡Ahg!—Exclamó—Quién te entiende Callum

—Nadie, nadie me entiende. —Sonreí.

A la mañana siguiente me levanté tarde como era costumbre, pasado el mediodía Damm ya tenía su lado de la habitación en perfecto orden, sus cuadernos con apuntes y un montón de libros ordenados por género, los que más abundaban eran los de terror, exhalé con fuerza y me vestí lo más rápido que pude, necesitaba ir a buscar un libro a la biblioteca antes de que se llene de gente. Caminar por los pasillos de la facultad siempre ha sido mi pasatiempos favoritos, los ojos de un millón de chicas sobre mi cuerpo me hacían sentir codiciado, por desgracia, ninguna de ellas me podrá tener jamás. Kim me esperaba de pie frente a la biblioteca, cuando por fin su mirada de fijó en mi comenzó a sonreír y a caminar a paso rápido hasta alcanzarme.

—Hola preciosa—Le di un largo beso en los labios.

—Hola, cariño.

— ¿Qué haces aquí?, creí que no te gustaba leer.

—Ay, Callum, ¿Enserio crees que vine a estudiar?—Apoyó su peso en la pierna derecha, mascaba chicle con la boca abierta.

—No, sé que si estudias te quemas—Bromeé.

—Que desagradable eres. ¿Qué haces tú aquí?—Su mirada era lo más parecido a una oleada de cuchillas voladoras.

—Pues...—No podía mentir—Vine a buscar un libro, necesito subir mis calificaciones.

Abrió los ojos como plato—Te estas convirtiendo en un inadaptado—Ahogó una risa—Creo que dormir con esa rata de alcantarilla te está haciendo demasiado mal.

Sus palabras eran tan desagradables, pero algo en mi interior me hacía mantener la calma, no podía perder los estribos con mi propia novia, y menos en un lugar en donde transita la mayoría del alumnado.

—Deja de hablar tonterías—Desvié la mirada intentando ocultar mi molestia— ¿Entrarás conmigo? ¿O te quedarás parada mientras busco lo que necesito?

—Ay que pesado eres, entraré contigo—Se arregló el cabello y entró primero que yo.

Caminé directo a la sección de biología, necesitaba todo lo que tenía que ver con biomoléculas, no podía reprobar éste examen o cuando vuelva de la granja estaré frito.

—Bingo—Susurré.

— ¿Me hablaste?—Preguntó Kim mientras se hacía una trenza, seguía masticando su chicle.

—No, ¿Puedes mascar con la boca cerrada, por favor?—Puse los ojos en blanco y tomé un libro que en su portada decía en grande "Proteínas". Caminé dejando a Kim atrás, hasta una mesa que se encontraba vacía. —Intenta no hacer mucho ruido, de verdad necesito buscar esta información.

—Estás un poco delicado hoy, ¿Sucede algo?, ¿Ya no te gusta cómo me muevo en la cama?—Hizo una mueca mientras se sentaba a mi lado.

—No es eso, a todo esto, necesito follar—Di vuelta la primera página para revisar el índice.

—Y yo necesito tu verga, es excitante hablar cosas cochinas en un lugar como éste, ¿No te parece?—Se mordió el labio intentando provocarme pero no lo consiguió.

—Espero que no estés pensando echar un polvo aquí mismo, eres demasiado chillona para eso.

—Habla un poco más bajo, Callum. No quiero que los inadaptados se toquen con mi presencia.

—Por favor Kim, no te des tantos créditos—Finalmente encontré lo que estaba buscando. —Necesito ir con la bibliotecaria, aguarda.

Caminé hasta el mesón de vidrio que tenía la encargada de la biblioteca y solicité el arriendo temporal de los libros que había encontrado, la señora me miró con curiosidad y fue inevitable no levantar una ceja, sé que parecía extraño que mi presencia estuviese en un lugar como éste pero lo necesitaba, tenía que subir mis calificaciones de algún modo.

—Aquí tiene joven, tiene un plazo de dos semanas, si los libros vuelven con alguna falla física tendré que cobrarle una multa—Me entregó los libros con un timbre en la parte interior de la tapa.

—Muchas gracias—Cuando volvía hasta la mesa en dónde Kim me esperaba, mis ojos se percataron de algo poco agradable, Darren estaba hablando con Damm en uno de los pasillos, "¿Qué hacen aquí?" me pregunté de inmediato, por alguna extraña razón me molestaba que Darren estuviese aquí junto a mi compañero de habitación, desde ayer que no dejo de pensar en todas las respuestas que dio acerca de lo que preguntaba, es evidente que la conversación del día anterior sirvió para nuestra prueba de confianza, lograr finalmente afirmar nuestro lazo de amistad de una vez por todas, aun así, no podía arriesgarme a que Damm le cuente a todo el mundo las cosas que hemos hecho, como por ejemplo cuando lo besé en nuestro cuarto cuando él tan sólo llevaba unos días en la universidad, o cuando me lo encontré en los camerinos del campus, no podía dejar que esas cosas lleguen a oídos de cualquier persona, estaré más tranquilo sabiendo que sólo lo sabemos nosotros, será nuestro secreto.

—Y ¿Cómo te fue?—Preguntó Kim apoyando su mentón en la palma de la mano.

—Bien, ahora larguémonos de aquí—La tomé del brazo intentando no pensar en la imagen de Damm junto a Darren.

 ***

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ATTE: WINTER.

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