Limerence.

Capítulo 16

Sabía que Darren no mantendría el secreto por mucho tiempo, algo en mi interior me había avisado con anticipación pero aun así la sorpresa fue grande y más cuando estaba a punto de decir mi nombre.

—Eh hola—Tragué saliva y dejé mis cuadernos sobre mi escritorio. — ¿Interrumpo algo?

—Hola Damm—Me saludó Darren. Pero simplemente hice como si no escuchara.

—Se supone que deberías tocar antes de entrar. Violas nuestras reglas como se te da la gana—Gruñó Callum, como es posible que no me haya saludado y se dé el tiempo de reclamar.

—Se supone que tienes modales y formación familiar, al menos saluda antes de comenzar a chillar tu molestia—Suspiré y puse los ojos en blanco.

—Bah, qué más da. ¿En qué estábamos nosotros?—Miró a Darren.

—Claro, yo te iba a contar sobre... te iba a contar que me conseguí la granja de mi familia en Tennessee para que vallamos por una semana—Tragó saliva— Quiero decir, Damm y sus amigos, y nosotros dos. ¿Me entiendes?

Callum puso una cara de pocos amigos, se notó de inmediato que no entendía nada de lo que Darren le estaba diciendo. Lo más probable es que me haya metido en esa farsa porque antes de mi fantástica aparición se quedó con la mitad de mi nombre en la boca. De ser verdad todo el tema de la granja, no me gustaría pensar cómo sería esa semana, claramente sería perturbadora.

— ¿Me quieres joder Darren?—Dijo Callum, levantó una ceja.

—Claro que no, mis padres te consideran parte de la familia y pues, les hablé un poco de Damm y les encantó la idea, pero como sé que Damm no iría sin su grupo de amigos decidí invitarlo, a él y a sus amigos— Aún parecía nervioso, me señaló con el dedo un par de veces y yo me crucé de brazos.

—No creo que sea buena idea...Dudo que nos llevarnos muy bien todos, ya sabes—Giré los ojos intentando decir algo obvio, ellos son jugadores de fútbol populares y mis amigos un grupo de inadaptados.

—No te hagas la mosca muerta que no te sale—Escupió Callum y lo miré molesto.

— ¿Andas con tu periodo Callum?, porque si es así no me agrada tu humor tan delicado—Sonreí con sarcasmo.

—Que te den...—Susurró.

—Hey chicos, basta. ¿Les gustó la idea?—Nos miró a ambos, yo sabía que todo esto era una farsa para no contarle lo del baño.

—Yo paso, no me gustaría pasar una semana rodeado de inadaptados. —Dijo con arrogancia.

— ¿Sabes qué Callum?, estoy seguro que te da miedo salir de tu puta burbuja y conocer gente que no sólo habla de sexo, chicas, drogas y esas chorradas. Tienes miedo a expandir tus conocimientos básicos, que por cierto dan asco—Lo miré y sentí como me comenzaba a hervir la sangre.

Su mirada se posó sobre mis ojos, lo que le había dicho ciertamente era verdad, y le dolió que se lo dijese. Debería comenzar a acostumbrarse que las cosas no son a su pinta, debe comenzar a tolerar a las demás personas sean o no sean inadaptados. Me ignoró, no dijo nada al respecto y miró a Darren.

— ¿Cuándo nos iríamos?— Preguntó con la frente en alto, lo había herido.

—En dos semanas más, así que tiene dos semanas para conocerse un poco mejor y así logren llevarse bien.

_ Me parece excelente, con dos semanas de anticipación podré hacer unas cuantas comprar y podré avisarle a mis amigos sobre esto—Sonreí animado, Callum no me aguaría la fiesta.

— Genial. Yo ahora me tengo que ir, me toca cálculo I y no quiero perder la clase, me está yendo un poco mal—Abrió la puerta de la habitación— Espero que estén bien y que no se terminen matando. —Finalmente salió dejando tras él un silencio incómodo.