No lograba pensar con claridad, se me hacía imposible. Tenía a Callum tan cerca que su cuerpo era capaz de calentar el suyo y el mío a la misma vez, sus manos se frotaban contra mi espalda y mis brazos simplemente se enrollaban en su cuello. Nuestros besos se caracterizan por ser apasionados, a veces suaves pero, la mayor parte del tiempo son apasionados, me provocan escalofríos y ganas de subir al siguiente nivel, desvestirme, cosa que claramente no podría hacer en estas condiciones porque moriría de hipotermia. Callum se separó con suavidad y tomó mi cara entre sus manos, me miró con ternura.
—Vaya lío en el que nos hemos metido—Sonrió, tenía algo en su cara que hace que me provoquen ganas de comérmelo.
—Concuerdo contigo—Me acurruqué en su pecho en busca de calor, lo necesitaba.
Me estrechó entre sus brazos sin problemas.
— ¿Por qué tan callado?—Me apartó de nuevo, pero esta vez tenía una mirada profunda y curiosa.
—Porque no sé qué será de nosotros cuando volvamos a la universidad—Dejé escapar un largo suspiro con olor a Tequila. Sinceramente me asustaba pensar en el futuro, no quiero seguir siendo el juguete de experimento, no quiero seguir siendo el segundo plato, porque finalmente terminaré enamorado de este imbécil.
—Actuar normal, supongo—Se encogió de hombros.
— ¿Actuar normal?, ¿quieres decir que volverás a caminar por los pasillos del campus con Kim a tu lado?—Me crucé de brazos intentando controlar mi explosivo temperamento.
—No, calma—Miró al cierro y colocó los ojos en blanco—Me refiero a que nosotros juntos actuemos como gente normal, a la mierda lo que piensen los demás.
Sus palabras calaron hasta lo más profundo de mi ser, Callum me estaba dando la seguridad que siempre quise en mi vida, él es la persona con la que siempre soñé.
— ¿L—lo dices enserio?—Fue inevitable no tartamudear, la sorpresa me llegó de golpe.
—Pues claro que sí, tú me gustas Damm y, aún que me cueste asumirlo, quiero estar contigo—Sus brazos me rodearon posesivamente para luego besar mi frente y apoyar su cabeza sobre la mía. —No dejaré que nadie te toque.
Tragué saliva y cerré los ojos intentando procesar lo que estaba ocurriendo. El chico rubio, guapo, con ojos hermosos, cuerpo bien trabajado, mala persona y con una novia zorra estaba ligando conmigo, él quiere estar a mi lado como yo quiero estar al suyo.
—Todo esto es muy extraño, tu vienes de repente y me dices cosas lindas, que a la misma vez suenan salidas de una novela. Nunca me había pasado algo así, lo más cercano a esto fue una vez que un chico me dijo que me amaba solo para costarse conmigo—Desvié la mirada—Tengo un pasado feo, Callum, nadie nunca ha sido capaz de quererme, entenderme, comprenderme, luego de un tiempo todo el mundo huye de mi alrededor porque exploto, nadie sabe tratarme...—Me calló con delicado beso.
—No me interesa tu pasado, yo estoy aquí para arreglarlo—Nuevamente sus manos se fueron hasta mis mejillas ejerciendo una leve fuerza para que lo mire directamente a los ojos—Yo seré quien te contenga, no permitiré que explotes.
Una lágrima se escapó de mis ojos, se escabullía por mi mejilla hasta que Callum la secó con su pulgar; Mi corazón andaba a mil por hora, me temblaban las piernas y una gigantesca cantidad de mariposas revoloteaban en mi estómago.
—Nunca me habían dicho ese estilo de cosas, pero aun así tengo miedo—Me mordí el labio.
— ¿Miedo de qué?, no tienes nada que temer, conejito—Sonrió de lado, a simple vista él no entendía que no es llegar y hacer promesas al aire.
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Limerence.
Romance-Tú eres mi debilidad, mi talón de Aquiles-Dejé que sus dedos se perdieran en mi cabello- Me haces ser débil. Tú eres la persona que llegó a desordenar mi presente y mi futuro... Damien Brown es metódico, con unos cuantos secretos como todo adolesce...