Capítulo nueve

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Los subrayadores están consiguiendo que me duela la cabeza, demasiadas cosas importantes que retener en mi cabeza y pocas ganas de hacerlo para vomitarlo en un examen. Nunca me había sentido tan inútil hasta que llegué a la universidad. En el instituto todas las pruebas eran realmente desafíos para mí; tenía un digno competidor, he de admitirlo.

Levanto la cabeza y miro a Connor fijamente, se ve tan concentrado en sus folios que parece una máquina. Creo que podrían tirar una bomba detrás de él y aún así seguiría estudiando hasta que se lo llevara la ambulancia con una pierna amputada y, aun así, no dejaría de leer.

Se frota los ojos, el cansancio y las horas empiezan a pesar y sus brillantes ojos grises parecen casi de cristal.

—Deberías estudiar, mañana te vas y seguro que allí no podrás hacer nada.

Un avión hacia Los Ángeles me está esperando a las seis de la mañana, con suerte estaré allí a la hora de comer y podré tener un par de horas antes de ver al abogado.

—Claro que estudiaré, tengo tiempo en el avión, solo estaré allí dos días... con suerte —cierra y abre los ojos de manera forzada, el sueño se está apoderando de su ser.

Miro mi muñeca para ver la hora.

—Avery tiene que estar por venir.

Aparta los ojos de mí de una forma brusca, demasiado para ser él. Redirige su atención a los apuntes resaltados de amarillo y me ignora por completo, se aísla en su mundo. Solía hacerlo cuando salíamos, una de las muchas razones por las que rompimos.

—¿Puedes dejar de hacer eso? —no puedo callarme por lo que parece.

Me mira confundido — ¿el qué?

—Ponerme esa cara cuando algo que digo te parece mal —apoyo el rotulador en la mesa —¿qué pasa?

—Es tarde, necesito dormir y estudiar. No tiene que ver contigo.

Pues por tu tono podría asegurar precisamente estás así por mí.

Nota mi cara de escepticismo —de verdad —afirma. Sus ojos se tambalean.

—Suéltalo, Connor, no puedes guardártelo todo para ti —me cruzo de brazos y dejo que mi cuerpo se deslice un poco por la silla.

—Estoy celoso, ¿te vale? ¿Es lo que querías oír?

Mi boca se abre por efecto de la gravedad y de lo poco que me esperaba escucharle eso de su boca. Connor es la típica persona de la que te esperas de todo menos una reacción tan irracional como esta. Primero piensa, luego actúa.

—Tengo que irme —mete todas sus cosas en la mochila y sale disparado hacia la salida de la biblioteca antes de que pueda decirle nada. No voy tras él, sigo en shock.

***

Siento un cosquilleo en mi cuello cuando una mano "misteriosa" retira mi pelo y posa sus labios sobre mi piel. Se siente tan mágico que solo podría ser él.

Me estremezco y elevo mis manos hasta su cabeza para atraer su boca a la mía y darle un beso suave.

—Hola —sonrío.

—Hola —se ve tan jodidamente idiota cuando me mira.

Apoya el culo sobre la mesa y deja sus piernas colgando mientras recoge mis cosas y lo deja apilado. Creo que he captado el mensaje, son las doce y media de la noche y dentro de nada tengo que volar a casa.

—¿Vamos a por tus cosas? —susurra.

Asiento, agotada. Se levanta y toma mis cosas con un brazo y con su mano libre agarra la mía fuertemente.

Nosotros [#2] (COMPLETA)✓ (Pronombres Que Terminan En Mi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora