Capítulo treinta y seis

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—Estás muy rara —Eva me mira con mala cara—. ¿Qué pasa?

Han pasado dos meses desde que tomé la decisión de dejar a Avery, dos benditos meses de mentiras y de ocultarme tras una cortina de humo. Estoy sintiéndome abrumada por no decírselo, de verdad que me está sobrepasando. Es como si algo se revolviese en mi interior al pensar en ello, como si estuviese poniendo una cara que no tengo. Me siento sucia, falsa, mentirosa, egoísta...

—Mañana viene Stefan, el juicio será en junio y estoy de los nervios.

Y no estoy mintiendo, tengo ganas de tirarme por un barranco. Solo de imaginar que puede que ver a ese cerdo en tan solo unos meses me da arcadas, creo que voy a vomitar en medio del juicio. Tampoco es como si estuviera lista para afrontar lo que se me viene encima, tendré que volver a recordar aquel día con pelos y señales.

—Eso es bueno, ¡por fin lo encerrarán! —eleva la voz y todo el mundo que está en la biblioteca nos mira.

Avery apoya la mano sobre mi muslo —¿quieres salir un rato? ¿Vamos a por un café?

—Quiero que llegue mañana de una vez —estoy nerviosa, lo noto—. Pero me apunto a lo del café, ahora venimos.

—No quiero sobrinos —nos apunta mi hermano.

Le doy una patada en la espinilla y me levanto. Avery y yo caminamos por los pasillos hasta la cafetería, pedimos un café para llevar y salimos afuera. Las temperaturas han empezado a ascender y vuelven a ser más soportables, el sol que hace hoy es cegador.

Nos sentamos en las escaleras de la entrada y agarro mi teléfono para escribirle a Elián, no he dejado de mandarme mensajes desde ayer. Necesito hablar con alguien que lo sepa, me hace falta sacarlo y hablarlo o explotaré.

Elián:

Tienes que confiar en ti, todo irá bien.

Yo:

Solo estoy pensando en Avery, es lo mejor para él.

Elián:

Entonces, deja que él también decida.

Habla con él, date la oportunidad de pensarlo con detenimiento.

Y si ves que tras ello sigues pensando lo mismo, confía en ti misma y hazlo.


Apago el móvil y lo guardo en mi bolsillo.

—Tiene razón, te pasa algo y no es Stefan.

Ignoro sus palabras y llevo a mi boca el café caliente, la verdad es que se agradece tener algo de cafeína por las venas. Estaba a punto de quedarme dormida mientras estudiaba.

—Le estás dando vueltas a algo, ¿qué pasa? —se encoge y deja el vaso en el hueco que queda entre sus pies.

Piensa rápido o notará que mientes.

—¿Qué pasa con Eva? —suelto sin más.

Por lo menos es algo que de verdad me lleva semanas rondando el coco. Quiero saber que hay ahí, es algo que necesito para conseguir la confianza que creí tener con él. Estoy a punto de ser una egoísta y de dejar claro nuestro futuro como pareja sin consultarle, Ethan tenía razón.

—No me soporta, ni yo a ella, ya lo sabes —empieza a pasar la yema de sus dedos por mi brazo son movimientos circulares suaves.

—Por Dios, le gustas —suelto de forma abrupta.

Frunce el ceño —¿Qué dices?

No es algo en lo que acabe de caer, me he estado mintiendo a mí misma todo este tiempo.

Nosotros [#2] (COMPLETA)✓ (Pronombres Que Terminan En Mi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora