Nosotros [#2] (COMPLETA)✓ (Pronombres Que Terminan En Mi)

Capítulo ocho (primera parte)

Que levante la mano quien ame los capítulos narrados por Avery...

Jejeje.

***

Avery.

La luz está empezando a entrar por la ventana y no encuentro el maldito antifaz. Me giro con la esperanza de que esté en la otra mesilla, y de repente lo veo cubriendo los ojos más bonitos que me han mirado jamás. Supongo que tendré que levantarme ya, no pienso despertarla.

Miro el reloj de mi muñeca y ya son casi las seis y media de la mañana. Creo que salir a correr media hora me sentará bien.

Se me pasa por la cabeza avisar a Noah, pero recuerdo su mal humor de ayer y esa idea se borra de mi mente de forma instantánea. Demasiado pronto para aguantar sus lloriqueos.

Me sirvo un café solo, a estas horas es imposible que me entre algo en el estómago.

Me asusto al sentir la puerta abrirse y la curiosidad me hace mirar.

—¿Qué haces despierto? —entra mi hermano con la ropa arrugada, cara de dormido y el pelo enredado.

Pestañeo un par de veces para aliviar la presión de los ojos —aquí hago yo las preguntas que para algo soy el mayor. ¿De donde vienes?

Traga saliva — ¿No te ha contado nada?

—¿Quién? ¿Liz? ¿Qué me tendría que haber contado?

De repente mi cerebro ata cabos, ella vino anoche por algo que le pasó con Ethan.

—Mira —toma aire—, no te pongas en modo preguntón. Te lo voy a contar antes de que te enteres por ella, sé que la he metido en un apuro.

Le miro con duda intentando que mis ojos no se cierren. Va darme malas noticias, conozco a este canalla.

Mi hermano con dos copas de más es capaz de hacer cualquier idiotez, no me extrañaría nada que me contase algo sobre borracheras. Solo espero que no le haya soltado ninguna burrada a Liz. La gente borracha no sabe controlarse, por ello acuden al alcohol casi de forma desesperada.

—Ayer casi hago un trío delante de ella.

La sangre me deja de llegar al cerebro por un segundo. ¿Qué cojones acabo de escuchar?

Estoy flipando.

Espera, ¿con Eva? Mi hermano no puede tener peor puntería, estoy alucinando ahora mismo.

—Estás amarillo —empieza a reírse.

—Joder hermanito, no me dejas vivir. Creí que ya habías superado la edad del pavo, ¿qué coño haces con tu vida?

—Han sido solo cuatro veces. Creo. En las que yo fuese consciente de ello.

—¿CUATRO VECES? —mi mentón prácticamente se desliza hasta el suelo, mis mejillas tiran de una forma indescriptible. Me estoy sintiendo el cuadro del grito ahora mismo.

—Mira, estaba confundido y pensé que probando las dos cosas a la vez me decidiría, pero es que resulta que eso solo me ha dejado peor. Me gustan ambos.

—¿Te gusta Eva? Joder, mi gusto no lo has sacado.

Si tan solo supiera como es esa engreída en realidad se le pasaría la tontería. Espero que no me toque hablar porque me quedo solo.

—Me refiero a las chicas y a los chicos. Eva y yo solo tenemos sexo, somos follamigos; supongo.

Agarro el puente de mi nariz intentando no dejar de respirar. Estoy empezando a entender a Noah, lo de saber sobre la vida sexual de tus hermanos no es algo que me guste en bandeja para desayunar. Tomo aire de nuevo intentando reunir las fuerzas suficientes para decir algo —haz lo que te dé la gana, pero deja de traumar a mi novia coño, que suficiente tiene con aguantaros.