Capítulo siete

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No puedo creerlo, se veían tan... ¿felices? ¿Enamorados? ¿Se querían?

Me quedo quieta observándolos, sintiendo un pinchazo por dentro. Pobre Dominick, nadie merece esto...

No me da tiempo a pensar mucho eso, lo veo entrar por la puerta y agarrar a Ethan por la espalda en cuestión de segundos.

—¿Qué cojones? —se me cae la mandíbula al suelo.

—Lizzie, no creí que fueras a estar aquí —dice Eva, recolocándose la ropa.

Doy la central de la habitación y los observo uno a uno, alucinando. Lo primero que se me pasa por la cabeza es cómo narices han acabado así, es decir, yo sospechaba que Eva y él tenían algo, pero nunca me imaginé que tuvieran una relación poliamorosa. Y esto me lleva a lo segundo, ¿por qué me mintieron?

—Flipando es poco teniendo en cuenta que mi cerebro se acaba de derretir —me levanto y me quedo frente a los tres.

Dominick prácticamente está escondido tras los otros dos, que me miran avergonzados.

Eva intenta agarrarme de las manos —déjame que te explique.

—Mejor voy a llamar a uno de los troglos para que me lleve a su apartamento. Me estáis dando mucha grima —agarro una chaqueta vaquera ancha y cubro mi pijama.

Busco las llaves con la mirada y de camino hacia ellas agarro mi teléfono. Presiono el botón de encender mientras hago oídos sordos a las palabras de Ethan.

—No le digas nada de esto a mi hermano, no sabría cómo explicárselo —me mira apenado.

Pestañeo en numerosas ocasiones hasta que consigo recuperar mi consciencia. Sigo en otro universo, uno en el que no he estado a punto de ver a mi cuñado follando con su novio y mi amiga.

Definitivamente mi imaginación es un lugar mejor por la sencilla razón de que este tipo de cosas no llegan a ella.

No puedo mirarle a la cara por la vergüenza que siento ahora mismo, así que evito sus ojos. Los mismos ojos que mi novio, solo que esos probablemente han visto a mi mejor amiga desnuda.

¡Oh, Dios!

—No tenía la intención de revivir esto.

Me escabullo entre ellos arreglándomelas para salir de la habitación a pata rápida. Definitivamente, el running con mis chicos ha servido de algo, por fin hacen algo útil.

Eva me persigue, aunque consigo darle esquinazo metiéndome en una de las habitaciones de la residencia que se encuentra abierta.

—¿Huyendo de algo? —el desconocido sin camiseta al que pertenece esta habitación me mira riéndose desde la otra punta.

De un trauma para toda la vida.

—Pe-per-dona, perdona —trato de articular palabra.

—Que una chica guapa se meta en pijama, en mi habitación, de noche... No me molesta —se sienta frotándose el pelo con una toalla.

—Podría ser una asesina.

—¿Vestida de Victoria Secret? Entonces soy tu próxima víctima, la ropa no es lo mío, fashion victim.

No puedo reprimir la risa, la situación es tan absurda que parece sacada de película. Sin embargo, los numerosos golpes en la puerta que está propinando Eva desde el otro lado me están empezando a dar miedo.

—Soy Elián —tira la toalla a un lado y camina hacia mí para ofrecerme su mano.

—Elizabeth —le doy un apretón seguro—. Puedes llamarme Lizzie.

Nosotros [#2] (COMPLETA)✓ (Pronombres Que Terminan En Mi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora