Capitulo 7

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Después de dejar a sus hijas en casa de sus madrinas, Santana dejó a la rubia en su casa con la promesa de volverla a buscar para ir a cenar.

La latina se dirigió a casa de su mejor amigo para pasar lo que quedaba de la tarde con él, y también llamar a Finn.

Los tres amigos estaban tomando cerveza, mientras Noah y Santana jugaban al truco, Finn trabajaba con una notebook a su lado, cuando su celular sonó.

—Ahora vuelvo— habló Finn yéndose— Es un cliente.

—¿Es preocupante que mientras que nosotros jugamos, el trabaja?— ambos amigos rieron y luego Noah miró sus cartas— Truco.

—El envido va primero— Santana alzó la ceja divertida.

—Quiero— aceptó el moreno.

—Pediste hermano— dijo Santana riendo al ver que tenía veintinueve puntos en una partida de treinta, y con el envido sumaba lo que le faltaba— Treinta y dos.

—Son buenas— murmuró revoleando los ojos y su amiga soltó una carcajada mientras dejaba las cartas en la mesa.

—Hoy ceno con Brittany— dijo tomando un sorbo de cerveza recostándose en el sillón.

—¿Firman hoy?— preguntó preocupado.

—No lo sé, no creo.

—¿Y las chicas se quedaron con Roberto?

—¡¿Qué?! claro que no— respondió— Están con sus madrinas— tomó un sorbo de cerveza— Hmm, hoy Susan me preguntó porque estoy peleada con Quinn.

—¿Que le dijiste?

—Le conté la verdad... sacando la parte de infidelidad.

—¿Sabes que si hubieras seguido siendo su amiga no me hubiese enojado, cierto? Ustedes eran como hermanas, Tana.

—Lo sé, y sos un gran hombre por eso. Pero te elegí a vos, y lo volvería a hacer— le guiño un ojo.

—Volví— respondió Finn guardando su celular en su pantalón— ¿Salimos a comer hoy?

—No puedo, ceno con Britt— Santana se encogió de hombros y luego se levantó— Hablando de eso, tendría que prepararme ya.

—¿Puck, salimos?

—Solo si es comida italiana.

—Eh eh no— los corto Santana riendo— Es probable que Britt y yo vayamos al restaurante Italiano y no los quiero ahí.

—Me parece otro motivo más para ir a comer comida italiana— sonrió Puck.

—Hecho— rió su amigo y luego miró a Santana quien estaba con una ceja levantada.

—Si van al mismo que nosotras, por favor, que no los vea— agregó riendo.

Santana después de un rato de seguir con sus amigos, comenzó a prepararse para la cena de hoy.

Estaba nerviosa porque no sabía con qué le podría salir Brittany.

No sabía si llevar los papeles o no...

Lo único que sabía era que iba a respetar la decisión de la rubia en lo que ella quisiera. Si quería el divorcio, con mucho dolor en el alma lo firmaría, y si no se quisiera divorciar, lucharía por su relación, después de todo no fue su idea la del divorcio.

Llegó la hora de pasar por Britt, y lo último que escuchó cuando salió de la casa de su amigo fue como ambos le gritaron un suerte tana, haciéndola reír.

No me dejes- brittanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora