Dos meses y medio pasaron desde ese día.
Santana se quedó una semana entera en casa de Britt, pero luego volvió a la suya.
La rubia comenzó con terapia, y se atendía en el consultorio de Quinn, aunque no con ella, y se podía notar que estaba mucho mejor. Le había dicho a Santana que también se atendiera, pero ella le dijo que no tenía tiempo, aunque está haciendo sin que nadie sepa.
La relación entre ellas era... rara. Se llevaban bien, e intentaban ser amigas, pero no estaban juntas, cada una hacia su vida por su lado y la idea del divorcio seguía en pie, aunque ninguna sacaba el tema a relucir.
Pero sabían que en algún momento tendrían que hacerlo.
Y más porque Britt le estaba dando una oportunidad a Sam y desde hace algunas semanas están saliendo.
Cuando Santana se enteró, se puso mal, pero se dió cuenta que era lo mejor para ellas, y que Britt necesitaba algo de aire fresco en su vida. Sam era bueno con ella y era todo lo que importaba. Después de todo, ella decidió dejarle el camino libre.
Ahora Santana estaba reunida con sus amigos, los Wilde, Roberto y Sam, para dar por cerrado el tema de la demanda.
Los Wilde adaptaron el presupuesto que habían hecho, ajustándolo a la inflación del país de ese momento, y a ese monto, le agregaron un cuarenta por ciento más. Al principio su suegro se negaba a pagarlo, pero Santana hablo extraoficialmente con Sam y lo convenció de que lo hagan, porque sino, ella le sacaría muchísimo más.
—Muy bien. Firmen esto— Finn les pasó un papel a Roberto y Sam.
—Y ustedes esto— habló Noah pasándole un papel a los Wilde. Cuando ambas partes firmaron, intercambiaron los papeles para firmar esos, al terminar, todos se retiraron, menos Roberto y Sam.
—Bueno, listo. Fue más fácil que ir a juicio ¿No?— habló Santana mirando a Roberto.
—No me provoques, López.
—No hace falta, Pierce. Ya te gané— sonrió arrogante.
—Si, bueno, no sé si lo hiciste, dado que mi hija no está con vos y sale con mi abogado— fue su turno de ser arrogante, y Sam la miró incómodo.
—Si, bueno— dijo imitándolo mientras firmaba un documento— Tu abogado me importa poco. Si estoy separada de Britt no es por el— lo miró y se puso seria— Realmente es una pena todo esto, Roberto. Se que nunca me quisiste, y a tu forma... pensabas que Britt iba a estar mejor sin mi, porque a la larga la iba a lastimar, pero le erraste, porque el que la lastimó fuiste vos, y no habló solo físicamente— bajó la cabeza sonriendo triste, para luego mirarlo— Y si hablamos de la relación, fue ella quien me lastimó a mi, así que también le erraste. Pero, realmente pienso que es una pena que seas tan...— se apretó los labios para no insultarlo, pero no se pudo contener— Idiota.
—¿Perdón?
—Se que queres a tus nietas, y que ellas también te quieren a vos, porque obviamente no saben lo sucedido. Pero de la única forma que las veías, era cuando Britt iba a tu casa, y eso ya no va a suceder.
—¿Me van a prohibir ver a mis nietas?— preguntó indignado.
—No, nunca lo hicimos, y aunque tendríamos que hacerlo, no lo vamos a hacer. Pero solo las vas a ver cuando ellas nos digan que te extrañan, y cuando lo hagan, Britt hablará con Rachel para que te las lleve, pero que siempre esté ella presente.
—¿Por qué me decís esto después de tanto tiempo?
—Porque recién ahora puedo mirarte a la cara y controlarme de no matarte por pegarle a mi esposa— dijo Santana, Sam carraspeó y ella lo miró— Acepto su relación, pero hasta que no firmemos los papeles es lo que sigue siendo.
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No me dejes- brittana
FanfictionUn matrimonio que se desgastó a pesar que se aman con locura. ¿Lograrán luchar para recuperarlo?