Capitulo 19

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El cumpleaños de Marley siguió sin ningún inconveniente.

A partir de ese momento, las dos madres, participaron de todos los juegos que propusieron las animadoras de la fiesta. ¡Hasta se subieron al inflable!

Si alguien veía desde fuera la relación de Britt con Santana, y la forma en cómo se miraban, claramente pensarían que están en su mejor momento de casadas. La forma en que se miran, interactúan... es el verdadero ejemplo de la famosa frase "Y si vos me preguntas hoy qué carajo es el amor, yo te contesto: míralas a ellas dos"

Llegó el momento de que le entregarían los regalos a Marley, y estaba muy emocionada. Había recibido muchos juguetes y ropa, pero lo que más destacaba era la bicicleta que le había regalado su padrino junto a su tía.

Llegó el momento de cantarle el feliz cumpleaños, y Marley estaba ubicada entre sus madres, y a su lado, su hermana Susan. Antes de soplar las velas, cerró los ojos y pidió los tres deseos... y claramente todos sabemos lo que pidió.

—Feliz cumpleaños, hija— dijo Santana luego de que Marley soplara las velas. Se puso en cuclillas hasta estar a su altura y la abrazó— Te amo con todo mi ser.

—Gracias, mami— respondió abrazándola.

—Feliz cumpleaños, mi pequeña— fue el turno de Britt de agacharse, con un brazo rodeó por los hombros a Santana, y con el otro abrazó a Marley— Te amo.

—Gracias, mamá— sonrió en el abrazo.

—¡Feliz cumple Mar-Mar!— Susan la abrazó cuando sus madres la soltaron— Amo ser tu hermana mayor.

—¡Feliz cumpleaños, Marley!— dijo la animadora por el micrófono luego de todos la saludarán, y se paró al lado de la familia— ¿Cómo la pasaste?

—¡Bien!

— ¿Te gustaron los regalos que recibiste?

—¡Si! Pero faltó uno— hizo un puchero y miró a sus madres, quienes se miraron entre sí y fruncieron el ceño.

—¿Cual?— preguntó la animadora curiosa.

—Que mis mamis se den un beso. Quiero que se besen como antes— ambas al escuchar lo que dijo su hija palidecieron y se miraron como diciendo "¿Y que se supone que hagamos ahora?"

No podían culparla. Marley creció estos cinco años viendo cómo sus madres eran cariñosas con la otra todo el tiempo. Si estaban en la misma habitación, estaban o abrazándose o con las manos entrelazadas. Si estaban lejos en un mismo lugar, siempre se buscaban con la mirada. Cuando una no estaba, la otra la nombraba en cada oración.

Marley creció con el amor de sus madres, y no podía imaginarse otra cosa.

Bastante que no había insistido más con el divorcio.

Claramente, las Brittana no eran las únicas sorprendidas, los invitados que sabían de su situación actual estaban igual.

Las Faberry estaban con los ojos abiertos como platos.

Los mejores amigos de Santana estaban con la misma expresión, pero conteniendo una carcajada.

Y Sam... estaba con la mandíbula apretada mirando hacia el piso. Tampoco podían culparlo a él.

Todos los invitados estaban esperando que las Brittana hablaran o hagan su próximo movimiento, pero entre ellas no podían dejar de mirarse, porque no sabían cómo actuar a continuación.

Entonces Santana fue la primera en moverse, en realidad, solo giró su cabeza y miró a sus amigos, haciéndoles una mueca como diciéndoles "ayúdenme", y en ese momento, Noah disimuladamente tiró la botella de cerveza de Finn al suelo, dándole un pequeño golpe en la mano que su amigo facilitó, haciendo que todos los invitados miren lo sucedido.

No me dejes- brittanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora