—Muchas gracias, Doctores López y Puckerman, muchísimas gracias— una mujer llorando los abrazaba.
Ambos abogados acababan de salir de un juicio victoriosos. El caso comenzó siendo tomado por Noah, pero cuando fue avanzando, también se involucró Santana.
Acababan de lograr que un delincuente tenga que cumplir la máxima pena por asesinato.Noah siempre le gustaba tomar casos como estos, porque no hay mayor satisfacción que hacer que un asesino vaya preso. Pero Santana por su parte prefiere los casos empresariales.
—Solo hicimos cumplir la justicia, nada más— respondió Noah cuando lograron alejar a la mujer, quien luego de volverlos a abrazar se retiró a su auto— Podrías tener un poco más de tacto, Tana. Y más teniendo hijas ¿Eh?
—Odio que gente que no conozco me abrace— se encogió de hombros— Por esto prefiero a las empresas— contestó mientras caminaban al auto de Santana— Además hoy tuve un mal día.
—¿Algo en especial?
—Solo tengo un mal presentimiento sobre que algo va a pasar, pero todo está bien.
—Yo tengo que quedarme en el juzgado por unos documentos— dijo apoyándose en el auto.
—Bueno bueno, córrete entonces— rió— Nos vemos más tarde— subió al auto y bajó la ventanilla— Mañana tengo que ir a ver una casa ¿Tenes ganas de acompañarme?
—¿La rubia con la que te acostaste la semana pasada en Los Ángeles no está en la ciudad? que te acompañe ella— bromeó y Santana negó riendo.
—No me acosté con la rubia, que por cierto se llama Holly— contestó divertida.
—Pero estuviste cerca. Al igual que con Dani.
—No, no lo estuve— su amigo la miró divertida— Fue solo un beso, medio subido de tono... pero un beso en fin, pero quizás que ahora está en la ciudad lo haga, y con respecto a Dani, fue solo un beso.
La noche que volvió de Los Ángeles, Santana y Dani salieron a cenar, y cómo la latina había decidido no trabajar al otro día, también ambas tomaron algunas copas que sacó a relucir la atracción que existe entre las dos.
Pero antes de que pase a mayores, ambas se detuvieron y se dieron cuenta que estaba mal lo que estaban haciendo. Muy mal.
—Pero ese no es el punto. ¿Me queres acompañar o no?
—No, pero no tengo opción— bromeó y le dió un golpecito al techo del auto para despedirse.
—EY, no con mi bebé— dijo frunciendo el ceño mientras arrancaba el auto— Si necesitas algo llámame— su amigo solo asintió y ella se dirigió hacia su trabajo.
Cuando llegó se dio cuenta del lío que tenía en el escritorio y maldijo con todas las palabras que se le ocurrieron antes de ponerse a trabajar.
De todo el trabajo que tenía desconectó el teléfono de su oficina y le dijo a Tina que si alguien preguntaba por ella, diga que no estaba.
Y así estuvo toda la mañana.
Toda.
La.
Maldita.
Mañana.
Y parte de la tarde también, y eso generó que hoy no pueda ir a buscar a sus hijas al colegio y tenga que llamar a su hermana para que lo haga, porque Britt no la atendía.
Luego de asegurarse que su hermana estaba con sus hijas, siguió trabajando, y luego de un rato su puerta sonó.
—Adelante.
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No me dejes- brittana
FanfictionUn matrimonio que se desgastó a pesar que se aman con locura. ¿Lograrán luchar para recuperarlo?