Capítulo 25.
23 de junio, 2023.
La semana ha pasado y no he sabido nada de Eva desde que salió de mi casa después de aquel beso.
No pude controlarme, no pude hacerlo cuando me di cuenta de tantas cosas...
De que me seguía queriendo, que estaba enfadada pero los sentimientos seguían ahí, que a pesar de la decepción que se llevó conmigo sigo erizando su piel solo con rozarla.No pude controlarme cuando ella hizo el amago de irse, de nuevo enfadada, no pude controlarme al darme cuenta de que quizá tengo las ocasiones de besarla contadas, que para mí quizá dentro de unos meses será tarde porque ya no estaré aquí.
Mi corazón puede fallar en cualquier momento y no quiero perder ni uno de los tantos besos que me quedan por robarle.
Quiero llevármelos todos conmigo, y aún así no serán nunca suficientes.Nuestro reloj corre hacia delante y el mío hacia atrás.
-¡Hugo! -La voz de mi madre me saca de mis pensamientos, de ella, de Eva.-
-¿Qué pasa?
-Eso podría preguntarte yo. -En estos momentos me la imagino con los brazos cruzados, con su ceño fruncido, mirándome enfadada y sonrío. Eso que de niño me daba miedo, ahora me hace sonreír.- ¿Por qué sonríes?
-Porque no sé qué he hecho esta vez. -Una pequeña carcajada sale de mis labios.-
-Eva no ha venido más.
-Lo sé.
-¿Qué pasó en el baño?
-La besé.Y no me arrepiento de haberlo hecho, lo haría una y mil veces más si tuviese la opción de besar sus labios mil veces.
Desconecto de la regañina de mi madre por haberlo hecho, por no esperar, por precipitarme según ella.Y quizá tiene razón, apenas fue horas después de habernos reencontrado, fueron cuatro meses en los que no supe nada de ella.
También me regaña por ir solo hasta el puente, por acabar mojado hasta los calcetines, porque tiene miedo de que me dé otra parada.
Puedo notarlo en su voz.
Y cada vez estoy más seguro de que hago lo correcto en no contarles nada, en llevarlo en secreto, en intentar llevarlo solo.No quiero sentir que mi madre se hunde más al saber que puede que sean meses lo que me queda por vivir.
No quiero lágrimas en sus ojos.
Arrugas en su cara.
Ansiedad en su respiración.Ni de ella ni de nadie que me rodea.
Suspiro recordando el dulce sabor de la boca de Eva contra la mía. Es tal como lo recordaba, como lo soñaba cada noche, como Lidia no pudo arrancan de mí.
"Respiro contra sus labios, los rozo mientras todavía puedo sentirlos entrelazándose con los míos, dejando besos que nos debíamos.
Y sonrío, ¿Cómo no lo hago su siento su sonrisa en la mía?
Y mi corazón salta contento, con fuerza, feliz, dentro de mi pecho, ¿Cómo no hacerlo si sabe que siempre ha sido ella?Tengo miedo de que se salga, de que se agite de más, de que me empiece a doler con ella delante, como en el puente.
Y tiemblo, tiemblo de las ganas de más, de las emociones saliendo por casa poro de mi piel, de los sentimientos que nos rodean para aislarnos del mundo.
Y soy feliz, me siento feliz sintiéndola en mis brazos, teniéndola a milímetros de mí.
Soy feliz por el beso, porque la siento a ella, porque me siguió hasta el puente, porque se preocupó por mí aunque la rabia sigue ahí.-Esto no está bien.
-¿Por qué no?
-No somos solo los dos. -Niego con la cabeza, niego queriendo negar la existencia de los demás, quedarme, quedarnos para siempre en este baño donde sí somos los dos. Respiro en la piel de su cuello, respiro queriendo memorizarla porque se va a volver a ir.-
-Lo sé, pero tampoco podemos fingir que somos dos desconocidos.
-Ya...
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Ahora y siempre
FanfictionSegunda parte de "Aprender a quererte" Es necesario que se lea la primera parte para entender al 100% esta novela, aunque puedes leerla sin la primera parte. Introducción: "Un accidente puede cambiar el rumbo de las cosas, puede hacer girar al revés...